Gerall Chávez explicó que recibió un sobre con una carta y una memoria USB con un vídeo explícito con amenazas de muerte.
El periodista nicaragüense Gerall Chávez (quien se encuentra en el exilio en Costa Rica) denunció este domingo que fue amenazado de muerte a través de una carta anónima y un vídeo en el que simulan cómo lo van a matar, y responsabilizó al Gobierno del presidente Daniel Ortega.
Chávez, quien trabaja para Nicaragua Actual, explicó que “la dictadura sandinista” envió a su casa -en el municipio de El Rosario- un sobre con la carta y una memoria USB con las amenazas. “Dejo constancia de cualquier cosa que le pase a mi familia. Responsabilizo a los operarios políticos de Ortega en mi municipio” en el departamento de Carazo, a 50 kilómetros de la capital nicaragüense, indicó.
En la carta impresa y en el explícito vídeo -que hizo públicos a través de redes sociales- se leen amenazas como: “ya tenés ganado tu lugar en el panteón de El Rosario”. Además, le advierten que se van a “desquitar” con su familia si sigue reportando noticias contrarias al Gobierno de Ortega y le aseguran que lo tienen vigilado en Costa Rica. Sin embargo, la Policía de Nicaragua no se ha pronunciado sobre esa amenaza ni ha dicho si iniciará una investigación.
Ante esto, la directora para las Américas de Amnistía Internacional, Erika Guevara-Rosas, afirmó a través de su cuenta en Twitter que “esos actos buscan silenciar y mandar un escalofriante mensaje a quienes defienden el derecho a informar y garantizar el derecho a la información”.
Por su parte, el relator especial para la libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Edison Lanza, condenó las amenazas y dijo a través de Twitter que “el Estado sabe claramente el riesgo que corren el periodista y su familia. Tienen la obligación internacional de investigar y proteger”.
Chávez salió al exilio en el marco de las protestas contra el Gobierno de Ortega que estallaron en abril de 2018. Actualmente, el periodista ha reportado las condiciones precarias que vive un grupo de personas nicaragüenses en la frontera con Costa Rica, a quienes las autoridades niegan el ingreso por no presentar una prueba del COVID-19 negativa.
DW.