La misión de la ONU en la República Democrática del Congo (MONUSCO) ha desplegado “cascos azules” para proteger al célebre ginecólogo congoleño Dénis Mukwege, Premio Nobel de la Paz (2018), amenazado de muerte.
La MONUSCO movilizó ayer soldados para velar por la seguridad del Hospital Panzi, en la ciudad de Bukavu (este), un centro fundado por el ginecólogo y en el que ejerce su profesión.
“Damos la bienvenida a la redistribución de efectivos de la MONUSCO en Panzi esta mañana para garantizar la seguridad de nuestros pacientes y personal. Gracias a la ONU por asegurar nuestra protección”, afirmó Mukwege en su cuenta de Twitter a última hora del miércoles.
Organizaciones y manifestantes exigen su protección
Varias embajadas, organizaciones nacionales e internacionales, incluida la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (OACNUDH) y el Parlamento Europeo, habían condenado públicamente las amenazas y exigido que se investiguen y se incrementen las medidas de protección del famoso médico.
La semana pasada también se desarrollaron manifestaciones en Bukavu y Kinshasa con el fin de demandar seguridad para el doctor, que ganó en 2018 el Premio Nobel de la Paz de forma conjunta con la activista yazidí Nadia Murad.
Las fuerzas de mantenimiento de la paz de la ONU se habían ocupado de su seguridad hasta el pasado mayo, cuando empezaron a detectarse casos de COVID-19 entre los “cascos azules” y se retiraron.
Campaña de intimidación
El pasado agosto, Mukwege volvió a recibir amenazas de muerte tras criticar la impunidad después de la masacre de un millar de civiles perpetrada hace 22 años por el Ejército ruandés en su país.
El doctor, de 65 años, fue objeto de una campaña de intimidación en redes sociales y de amenazas de muerte en su teléfono móvil a través de mensajes de texto procedentes de Ruanda.
Sobrevivió ya un atentado
Mukwege ha visto su vida en peligro en el pasado, como se pudo comprobar el 25 de octubre de 2012, cuando cuatro hombres armados atacaron su casa mientras él se encontraba ausente, tomaron como rehenes a sus hijas y esperaron su regreso para asesinarlo.
Al volver a la vivienda, el guardia del médico intervino y fue abatido a tiros por los asesinos, si bien no pudieron acabar con la vida de Mukwege, que se tiró al suelo durante el tiroteo.
Tras este intento de asesinato, el cirujano se exilió en Europa y no regresó a Bukavu hasta enero de 2013.
El noreste del país africano lleva años sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y ataques de soldados del Ejército regular, pese a la presencia de la MONUSCO, que cuenta actualmente con algo más de 15.000 efectivos en territorio congoleño.
DW.