Quienes marcharon protestaron contra el plan de reactivación económica del Gobierno que, según los manifestantes, causará un endeudamiento que perjudicaría a la clase trabajadora y a las generaciones posteriores.
Pancartas con lemas como “el pueblo tiene hambre” o “el hambre no está en cuarentena” fueron desplegadas este viernes por el centro de Asunción en una manifestación convocada en contra de la gestión sanitaria y social emprendida ante la pandemia por el Gobierno del presidente Mario Abdo Benítez, que el sábado cumple dos años a la cabeza de Paraguay.
Centenares de personas, muchas portando banderas paraguayas, salieron de la Plaza Uruguaya y recorrieron la calle Palma, en el centro histórico de la capital, en respuesta al llamamiento de cuatro centrales sindicales, que fue apoyado por el Frente Guasu, la mayor formación de izquierda de Paraguay.
Entre los participantes había representantes de sectores como docentes, estudiantes, del transporte o sindicatos, que completaron el trayecto hasta la Plaza de la Democracia a pie o a bordo de vehículos. Quienes marcharon protestaron contra el plan de reactivación económica del Gobierno de Abdo Benítez, del conservador Partido Colorado, que según esos grupos ocasionará un endeudamiento que tendrá como principales perjudicados a la clase trabajadora y a las generaciones posteriores.
Las personas hicieron referencia con ello a los 1.600 millones de dólares destinados por el Ejecutivo para enfrentar la pandemia con programas sociales y refuerzos sanitarios, y que elevarán la deuda pública hasta el 27 por ciento del Producto Interno Bruto.
“Mostramos nuestro rechazo al plan de reactivación económica porque se basa en un mayor endeudamiento del Estado y considerando la estructura tributaria, que se basa en mayores aportes de la clase trabajadora, somos el pueblo los que vamos a pagar esa deuda”, dijo a la prensa extranjera Julio López, presidente de la Confederación de la Clase Trabajadora.
Al respecto, López hizo hincapié en la “urgente necesidad” de abordar reformas estructurales a partir de una reforma impositiva, al recordar que Paraguay “tiene la presión tributaria más baja de la región (latinoamericana) e imaginamos que del mundo”. Añadió que la propuesta de los sindicatos convocantes pasa por un aumento impositivo gradual para “las grandes fortunas”, haciendo mención a sectores como el de la soja y el de la agro-ganadería como sujetos de esa reforma.
La protesta también estuvo centrada en la denuncia de los casos de corrupción destapados en algunas instituciones en el marco de la pandemia, que causaron la renuncia de los titulares de la autoridad aeronáutica y de la compañía estatal de petróleo. Los escándalos de corrupción también salpicaron a funcionarios del Ministerio de Salud, tras sancionar unas licitaciones para la compra de insumos que resultaron fallidas al detectarse irregularidades.
DW.
