El líder norcoreano Kim Jong Un ordenó que comience una campaña nacional de 80 días para relanzar la maltrecha economía del país, antes de la celebración en enero, de un congreso excepcional del partido en el poder, informaron medios de comunicación oficiales.
Esta decisión, que se tomó durante una reunión del Partido de los Trabajadores, se produce después de graves inundaciones y en medio de la pandemia de coronavirus, que ha debilitado a este país ya de por sí muy aislado.
Las campañas de movilización masivas, que piden a los norcoreanos que hagan horas extraordinarias y asuman nuevas tareas, son frecuentes en Corea del Norte cuando se producen acontecimientos extraordinarios.
“Hemos logrado proezas históricas gracias a nuestros esfuerzos, superando este año con valentía pruebas y dificultades de una dificultad sin precedentes, pero no debemos dormirnos en los laureles”, afirmó la agencia de prensa norcoreana KCNA.
“Tenemos desafíos importantes por delante y objetivos que deben alcanzarse este año”, insistió KCNA.
El grado de participación de la población en estas campañas se vigila mucho y se usa como un termómetro para medir la legitimidad de los ciudadanos hacia el régimen. Grupos de defensa de los derechos humanos califican estas campañas de trabajos forzados.
La economía norcoreana se ha visto muy afectada por las sanciones internacionales que desean forzar a Pyongyang a dejar de lado su programa nuclear, que se desarrolló muy rápidamente desde que Kim llegó al poder.
Los expertos esperan que el país presente detalles sobre estos estos nuevos programas durante el 75º aniversario del Partido de los Trabajadores el sábado.
AFP.
