“La eutanasia es un acto homicida que ningún fin puede legitimar y que no tolera ninguna forma de complicidad o colaboración activa o pasiva” indica un documento elaborado aprobado por el papa Francisco.
El Vaticano reiteró este martes su dura condena al suicidio asistido y a la eutanasia, considerados como “un crimen contra la vida humana”, y acusó a los países y a las personas que los autorizan o toleran de deshonrar “la civilización humana”.
El documento, con el nombre “Samaritanus Bonus” (el buen samaritano), elaborado por la Congregación para la Doctrina de la Fe y aprobado por el papa Francisco, establece como “enseñanza definitiva” que la eutanasia “es un crimen contra la vida humana” que no se puede aplicar en ninguna ocasión y circunstancia.
Dirigido a los fieles, sacerdotes, cuidadores y familias, el texto, reitera la posición de la Iglesia católica sobre el tema y se publica como “aclaración moral y orientación práctica” ante los debates en numerosos países para legalizar la eutanasia y el suicidio asistido.
“La eutanasia es un acto homicida que ningún fin puede legitimar y que no tolera ninguna forma de complicidad o colaboración activa o pasiva”, reza el texto.
Dedicado al acompañamiento de las personas al final de su vida, el texto recuerda a quienes han decidido recurrir a la eutanasia o al suicidio asistido que no podrán recibir los sacramentos, ni la absolución ni la unción de los enfermos.
Sin embargo, la Congregación para la Doctrina de la Fe, guardiana del dogma, advierte sobre la necesidad de evitar el uso de “tratamientos desproporcionados y deshumanizantes” gracias a las nuevas tecnologías.
DW.