La sesión en la Cámara Baja se prolongó por ocho horas hasta la madrugada. La norma consta de seis artículos, una disposición abrogatoria y derogatoria, y una disposición final.
La Cámara de Diputados aprobó esta madrugada el proyecto de Ley N° 208/2020-2021, de “Fortalecimiento para la lucha contra la corrupción”, que crea delatores en casos de corrupción a cambio de la extinción de sus procesos.
La sesión se prolongó por ocho horas y la norma fue avalada por la mayoría. Ahora resta que sea remitida al Senado para su consideración y posterior sanción, antes de ser promulgada por el Ejecutivo.
El texto señala que el proyecto de ley “tiene por objeto fortalecer los mecanismos, y procedimientos establecidos en la Ley N°004 Lucha Contra la Corrupción, Enriquecimiento Ilícito e Investigación de Fortunas ‘Marcelo Quiroga Santa Cruz y del Código del Procedimiento Penal”.
También, crea la figura del denominado “colaborador eficaz”, que surge cuando el fiscal “solicite al juez que se prescinda de la acción penal, en materia de corrupción, respecto de alguna de las personas imputadas, cuando ésta colabore eficazmente con la investigación”.
Sin embargo, la información que brinde esa persona “debe permitir evitar la consumación del delito, conocer las circunstancias en las que se planificó y ejecutó, identificar a los autores y partícipes del ilícito cometido o por cometerse, e impedir o neutralizar futuras acciones o daños”, de acuerdo al artículo 5.
“El proyecto de ley, será una norma que no busca la impunidad, más bien, es todo lo contrario, es una norma que busca una justicia eficaz y eficiente. También debo recalcar que una ley no puede modificar la Constitución Política del Estado, no afecta los principios de constitucionalidad”, afirmó el ministro de Justicia, Iván Lima.
A su vez, consta de seis artículos, una disposición abrogatoria y derogatoria, y una disposición final. Tras la aprobación del Pleno, la propuesta legislativa será remitida a la Cámara Alta para su respectiva revisión.
Por Jesus Reynaldo Alanoca Paco
Fuente: El Deber