Afirman que la persecución, el fracaso de la reforma judicial y la sombra de Morales sobre su gobierno marcan sus primeros seis meses de Presidente.
Los primeros seis meses de la era de Luis Arce en la Presidencia se caracterizaron por tener un gobierno bajo la sombra de Evo Morales, por el fracaso de la anunciada reforma judicial y por la reactivación de la persecución política, según el análisis de políticos y expertos.
Desde la acera del frente, Hugo Siles, exministro de Autonomías, ve más luces que sombras, y asegura que para cualquier gobierno “es un lujo” tener cerca a un líder como Morales, por su experiencia y su cercanía con las organizaciones sociales.
El analista y abogado Juan del Granado expresa que en el gobierno de Arce se empiezan a visibilizar los antiguos actores, encabezados por Morales, “opacando” a Arce. También subraya que no se cumplió la reforma judicial y que se reactivó la persecución.
“En lugar de una pacificación, el Gobierno con una mantenida práctica autoritaria ha restablecido la persecución judicial y ha agravado la polarización (…). La reforma judicial ha sido abandonada, fue un elemento discursivo en las primeras semanas del Gobierno, ahora está abandonada y archivada”, afirma Del Granado.
Durante los seis primeros meses de gobierno de Arce, dos organismos internacionales recomendaron a Bolivia reformar el sistema judicial.
El 15 de marzo, la Organización de Estados Americanos manifestó su preocupación por los “abusos” del sistema judicial. Expresó que es imprescindible una reforma y que los expresidentes Evo Morales y Jeanine Añez deben ser investigados por la Corte Penal Internacional.
El 29 de abril, el Parlamento Europeo pidió iniciar una reforma judicial y realizar cambios estructurales “sin demora”, para garantizar juicios imparciales, justos y creíbles, además de luchar contra la corrupción. Ambos organismos solicitaron también la inmediata liberación de la expresidenta Jeanine Añez y sus exministros detenidos desde marzo.
La politóloga Erika Brockmann afirma que uno de los factores que más influyen en la imagen del gobierno de Arce es la presencia de Morales, que por su liderazgo en el MAS crea una “dualidad de poder”.
“La figura de Evo Morales tiene una doble cara; por un lado, sirve para reafirmar el núcleo duro del MAS y como factor de conducción política, pero también es una figura que condiciona toda la estrategia para reforzar el relato del ‘golpe’ para reivindicar su figura”, dice Brockmann.
El analista e historiador Pedro Portugal detecta más sombras que luces en los primeros meses de Arce, debido a -sostiene- la presencia de Evo Morales, a los problemas institucionales de coherencia interna, al encarcelamiento de la expresidente Jeanine Añez, el cual puede derivar en un grave conflicto político si es que no se prueban las acusaciones.
“Por otro lado, el esfuerzo del expresidente Evo Morales por recuperar el control y proyectarse de candidato en 2025 hacen que se vea en entredicho la capacidad de gestión y de dominio que tiene Luis Arce sobre la actual definición de políticas”, afirma Portugal.
Omar Aguilar, exsenador y analista, se pregunta ¿cuáles son los motivos del ministro de Justicia, Iván Lima para frenar la anunciada reforma a la justicia que en este tiempo se estancó?
“Hemos visto un ministro en los primeros meses con propuestas de un cambio de la justicia, de hacer reformas estructurales de la justicia, pero algo pasó, algo le frena. Su propuesta de reformas queda prácticamente truncada (…). La justicia sigue siendo una de las instancias criticadas por la población boliviana”, manifiesta Aguilar.
El exministro de Autonomías Hugo Siles ve sobre todo luces en la administración de Arce y cita la restauración de las entidades democráticas, la gestión en la pandemia y en la economía. Destaca, por otro lado, la presencia de Morales, por su experiencia y su “voz influyente” a nivel nacional e internacional.
“Evo Morales es un lujo para cualquier gobierno por la experiencia que tiene y la capacidad para poder desarrollar una interlocución que pocos políticos en Bolivia la tienen. Puede aportar muchísimo en política y en administración, y al ser el presidente del MAS y expresidente, en este Gobierno tiene una voz autorizada para coordinar y desarrollar todo tipo de actividades”, declara Siles.
Punto de vista
Erika Brockmann Politóloga
Arce lidia con la dualidad de poder
Arce ha entrado con la confianza que tiene 55% de apoyo, pero no se da cuenta que hay un 15% de ese 55% que no le ha dado un cheque en blanco y que esperaba de él una conducta más autónoma respecto a la figura de Evo Morales.
Entonces, es un gobierno que estos seis meses ha tenido un presidente y una gestión gubernamental que tiene que vivir con la dualidad del poder. El presidente Arce tiene que convivir con la dualidad de poder del Movimiento Al Socialismo (MAS), que en este momento está manejada por Evo Morales.
Arce tiene que lidiar no solamente con la dualidad del poder en la persona de Evo Morales, sino que tiene que confirmar su liderazgo en el MAS, dando concesiones a organizaciones sociales que conforman el instrumento político. Por ahora, es prisionero de la prebenda, del clientelismo y del cuoteo sindical y eso lo vemos en las disputas internas del MAS.
Pese al 55% no se tuvo un desempeño que se esperaba en las elecciones subnacionales y los seis meses de gobierno no han contribuido para un mejor desempeño electoral del MAS, y creo que uno de los motivos es haber desnudado la veta autoritaria, la manipulación de la justicia y haber frustrado el primer esfuerzo por hacer una reforma judicial concertada entre todos los actores políticos.
Por Yolanda Mamani C.
Fuente: Página Siete