La aeronave partió ayer en la tarde de Santa Cruz y tuvo inconvenientes para aterrizar. Existía mucha turbulencia por las condiciones climáticas adversas.
Fuertes ventarrones y humareda ocasionaron pánico entre los pasajeros de un vuelo de Boliviana de Aviación (BoA) que partió de Santa Cruz rumbo a Tarija. La aeronave aterrizó anoche, tras sobrevolar por varios minutos el aeropuerto Oriel Lea Plaza.
El reporte de radio Mistol indica que se escucharon gritos de auxilio, rezos y desesperación al interior de la nave, que partió a las 17:20 del aeropuerto Viru Viru y que llegó a la capital tarijeña a las 19:00, luego de varias maniobras de aproximación.
Laura E., una de las pasajeras del avión quien notoriamente estaba temblando por el susto, relató que el vuelo fue uno de los más angustiantes y desesperantes que atravesaron, para decir “nunca más vuelvo a subirme a un avión”, debido a los momentos críticos que sufrieron a bordo.
Relata que el avión no podía aterrizar y sobrevolaban varios minutos en el aire, donde la única alerta recibida es que se preveía un descenso de emergencia por las condiciones del tiempo en la capital chapaca.
El vuelo de BoA:
“Parecía como si voláramos sobre piedras, además de las turbulencias que eran seguidas, lo más grave fueron los giros bruscos y todo era negro, negro en las ventanas, parecía que el piloto no podía encontrar pista. Hubo un momento donde giró de golpe y se apagaron las luces y era como que estuviéramos cayendo y de repente se soltaron las mascarillas y pocos minutos después, otro giro brusco, la gente empezó a gritar, una señora mayor perdió el control, otros se agarraban de los asientos, como yo muchos empezamos a rezar, fue muy duro lo que nos tocó vivir”, contó.
Tras el episodio de desesperación otra pasajera Daniela R. cuenta que el pánico se apoderó de los pasajeros. “En esos minutos vimos nuestra vida pasar en segundos, no se los deseo a nadie, pero fue muy dramático, lo grave fue cuando cayeron las mascarillas y no había luz a bordo y era como si nos estuviéramos cayendo”, refirió angustiada.
En el aeropuerto tuvieron que encender la iluminación para que el piloto pudiese guiarse. El vuelo generalmente es de una hora y en esta oportunidad duró más tiempo de lo normal aunque sin registrar complicaciones en el aterrizaje final de la nave, agrega el reporte de la emisora local.
Por Jesus Reynaldo Alanoca Paco
Fuente: El Deber