Gobierno dio a la Csutcb desde sedes hasta autos por su lealtad

Es uno de los pilares del Pacto de Unidad. Da avales para designar autoridades y se pone al frente en la defensa del “proceso de cambio”.

Desde sedes sindicales hasta autos, además de equipos electrónicos y ciertos privilegios fueron entregados por el gobierno del MAS a la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb) como retribución a su lealtad y su “defensa del proceso de cambio”. Analistas advierten el costo político que debe pagar la organización social por estos beneficios.

Para el analista Pedro Portugal, la relación entre el ente sindical  campesino y el Gobierno -sea el que sea el  partido de turno- data de su propia creación, algo que afectó desde siempre su independencia. “Pero ahora hay un declive y una crisis de la organización”, afirmó.    

“En teoría pareciera que la Csutcb es uno de los brazos políticos del MAS con más peso. Pareciera que cumplir esta función implica una serie de beneficios como la entrega de sedes, vehículos, canchas, etc., como lo hacía Evo Morales y lo hace ahora Luis Arce. Sin embargo, todo esto tiene un costo político”, apuntó  el analista Paúl Coca.

Rodríguez  entregó equipamiento para la sede sindical. 
Foto: Andrónico Rodríguez

Luego de los conflictos de 2019

“Rendimos un homenaje a la organización más grande del movimiento indígena revolucionario campesino, vanguardia de la construcción de nuestro Estado Plurinacional de Bolivia, del modelo económico social productivo, la revolución democrática y cultural y del  MAS-IPSP” manifestó  el presidente Luis Arce el pasado 26 de junio, en el 42 aniversario de la Csutcb. 

En la ocasión, el Presidente entregó a la organización cinco vehículos, tres computadoras, tres televisores, tres blu-ray, tres impresoras y un proyector, entre otros equipos. Pero no fueron los únicos regalos que llegaron al sindicato campesino. 

Desde la posesión de Eber Rojas, en diciembre de 2020, como ejecutivo nacional de la Csutcb, se priorizó el fortalecimiento de la institución, que -según afirmó Rojas- se vio asaltada y desmantelada durante las pugnas por los  conflictos poselectorales de 2019 y el gobierno de transición.

Las oficinas, ubicadas en Miraflores, quedaron prácticamente vacías y con serios daños, por lo que los afiliados se pusieron en campaña. A principios de año recibieron un donativo de 20.000 bolivianos del entonces interventor de Epsas Miguel Gonzales, quien había asumido el cargo poco antes, después de recibir un aval político de la Csutcb. El dinero salió de las arcas de la operadora de agua potable.

A las oficinas de la organización llegaron ministros, diputados, senadores y alcaldes para saludar al flamante dirigente y entregarle nuevos equipos para reponer los perdidos.

El presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, llegó con televisores, al igual que el ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Edwin Characayo. La viceministra de Deportes, Cielo Veizaga, entregó un lote de ropa deportiva y también presentó a la dirigencia  de la organización -miembro del Pacto de Unidad- sus planes de reactivación y proyectos. 

Según el registro público del Sicoes, meses antes de las elecciones de octubre 2019, el gobierno de Evo Morales firmó -entre julio y septiembre- seis contratos para la construcción de sedes, galpones y la adquisición de maquinarias. Estos bienes estaban destinados a federaciones y centrales afiliadas a la Csutcb.

Pero los privilegios no solo son materiales, se expresan también con “peso” dentro de la administración pública. Es así que tanto en la actual como en las anteriores gestiones del MAS el aval de esta institución era y es un respaldo para posesionar a una autoridad o acceder a un cupo laboral en espacios estatales. 

“Los beneficios que obtiene la Csutcb del Gobierno son netamente coyunturales. Los recibirá mientras el MAS este en el poder. Cuando éste salga, no serán los ejecutivos los que queden con una imagen manchada, sino la organización como tal. Un nuevo gobierno no responderá a sus demandas mínimas y necesarias porque  ya no tiene independencia política”, indicó Coca.

El costo, la independencia

La Csutcb es considerada la organización social más grande del país y articula  a diversas organizaciones de los pueblos indígenas originarios y campesinos del Estado Plurinacional.

“El origen del sindicalismo campesino ha estado en estrecha relación con el MNR, un partido que articuló la movilización campesina para sus propios intereses partidarios. En este trayecto, pocas veces el sindicalismo actuó de manera independiente, casi siempre estuvo endeudado con el poder. Actuó de forma independiente con  Genaro Flores y luego con Felipe Quispe”, explicó Portugal.

Las relaciones de la Csutcb con el MAS se gestaron desde la crisis política de inicios del siglo XXI y se afianzaron con el Pacto de Unidad en 2004, como parte de  la alianza político-sindical, tras la Guerra del Gas.

Su labor para conseguir el voto consigna convirtió a la institución en un ente de control sindical que restringe el derecho al disentir de las bases en favor del partido oficialista.

“El  costo de todo esto es político. La organización social pierde su autonomía y va incluso en contra de la propia línea de la visión y misión. Como lo decía Felipe Quispe, que fue parte del ente sindical, se pierde al independencia política y a partir de ahí se viene abajo la imagen de una organización social con tanta historia”, planteó Coca.

“A mi modo de ver, la Csutcb aún está en esta etapa de dependencia estatal, pero siguiendo la lógica   histórica de nuestro pueblo es presumible que haya episodios de independencia los próximos años”, acotó Portugal.

El poder real 

Ambos analistas coinciden en que pese a los beneficios que recibe, la Csutcb no tiene un poder objetivo y claro dentro del gobierno. “Por lo menos no en la proporción que sí tienen las federaciones cocaleras, por ejemplo. Es una fuerza que está en un momento de declive, con dirigencias que no buscan protagonismo”, sostuvo Portugal.   

Coca afirma que si se revisa el organigrama de los principales cargos, las puestos con poder pertenecen a los cocaleros. Andrónico Rodríguez, presidente del Senado, es la muestra.

“El MAS fue muy hábil en su estrategia de darle ciertos cargos y representaciones a las organizaciones para generar en ellos la sensación de que tienen poder de decisión”, finalizó Coca.

Sus 42 años de vida 

  • Creación  La Csutcb fue fundada el 26 de junio de 1979, liderada entonces por Genaro Flores, en respuesta al pacto militar- campesino.
  • Personería Obtuvo su personería  jurídica reconocida -por Resolución Suprema N° 200352- fue emitida el 1  de agosto de 1985.
  • Dimensión  Es la máxima organización sindical de las naciones de pueblos indígenas originarios campesinos de Bolivia. Tiene como antecedentes: a la Confederación Nacional de Trabajadores Campesinos, fundada en 1954;  y al primer Sindicato Agrario Campesino  del país, creado en  1936.  
  • Dirigencia  Actualmente,  el máximo ejecutivo nacional de la Csutcb es  Eber  Rojas, elegido en el XVII congreso ordinario campesino.

La fundación de  una  Csutcb contestaria

En agosto de 2019, exdirigentes de la Csutcb  decidieron llamar a un congreso nacional, ante la decisión  de la directiva – encabezada por Jacinto Herrera  de no convocar al evento. El encuentro debió realizarse en junio de ese año para elegir a los nuevos líderes, pero los dirigentes afines al MAS decidieron no realizarlo hasta pasadas las elecciones nacionales.

“La dirigencia afín al MAS tenía que llamar al congreso el 19 de julio, pero no lo hizo. Ya no defienden ni representan al campesino, solo defienden al gobierno de Evo Morales. No podemos ser cómplices, tenemos que rescatar y volver a dirigir la confederación”, señaló el entonces dirigente Felipe Quispe, quien al finalizar el encuentro fue elegido  como máximo ejecutivo de la Csutcb Contestaria, con el objetivo de refundar la organización campesina.    

La nueva directiva contestataria estuvo  conformada por Quispe de La Paz, Roberto Coraite de Potosí, Gualberto Arenas de Cochabamba y Sabino Pizarro  de Oruro. Sus oficinas se instalaron -provisionalmente- en los predios de Adepcoca.  

La conformación de la directiva  paralela estuvo apoyada por varios sectores que pedían la independencia de la organización y que asistieron al congreso.

Cuando faltaban  meses para las elecciones nacionales en las que Evo Morales aspiraba a un cuarto mandato, la Csutcb Contestaria llamó a las provincias a dar voto castigo al MAS y anunció que se uniría a la “resistencia civil” para evitar una nueva gestión de Morales.  

“Esta no es la primera vez que se recupera la organización de manos de los  intereses políticos. Ya en 1979 la recuperamos durante la dictadura de Banzer y vamos a recuperarla de manos del actual gobierno”, afirmó entonces Quispe. Aseguró que el MAS compró las organizaciones.

En diciembre de 2019, después de los conflictos electorales, la Csutcb llamó a un congreso que se realizó en El Alto. En él se destituyó al “autoprorrogado”  Herrera y se nombró a Coarite como ejecutivo nacional.

Once meses después, tras el triunfo del MAS en las elecciones de 2020, Herrera llamó a un nuevo congreso que se realizó en Sacaba, con la presencia de Morales. Se nombró  a Eber Rojas, fiel defensor del proceso de cambio, como nuevo dirigente.

Otros regalos a organizaciones afines

Desde que empezó su  gestión,  Luis Arce entregó desde sedes hasta vehículos  a al menos siete organizaciones afines al MAS.

El 5 de mayo, el Presidente dio una sede de nueve plantas  a la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia. La obra tuvo una inversión de 13 millones de bolivianos. 

El 26 de abril,  Arce entregó otra  sede social de dos plantas a la Federación Sindical de Trabajadores en la Construcción de Cochabamba.  La obra tuvo una inversión de 2,2 millones de bolivianos. 

El 19 de febrero,  entregó la Casa Social del Maestro Rural de Villamontes en  Tarija. La construcción del edificio de dos plantas demandó una inversión de dos millones de bolivianos, procedentes del Tesoro General de la Nación. 

El 18 de febrero, el primer mandatario entregó cinco vehículos a la Confederación Sindical de Comunidades Interculturales de Bolivia, en un acto especial por el 50 aniversario de la organización. 

El 23 de enero,  entregó dos vehículos a los Ponchos Rojos de Achacachi en el aniversario 195 de la provincia Omasuyos en la zona lacustre de La Paz.

El 9 de enero,  entregó equipamiento tecnológico a la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Bartolina Sisa, en un acto realizado por su aniversario 41.

“Les estamos trayendo a ustedes televisores para su capacitación y formación; computadoras, impresoras, blu-ray para que puedan presentar los videos que necesiten”, aseguró  Arce entonces.

El 5 de diciembre de 2020, se  dio a la Federación de Cooperativas Mineras de Cochabamba una sede de cinco plantas, que demandó la inversión de cinco millones de bolivianos.

Por Leny Chuquimia

Fuente: Página Siete

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