Carolina Ribera informó que su madre hizo el trámite previo a su detención, pero que se lo “rechazaron”.
Carolina Ribera, hija de Jeanine Añez, informó este miércoles que además del delicado estado de salud por el que atraviesa la exmandataria, su situación económica no es mejor, ya que no le pagan la renta vitalicia que le corresponde como expresidenta y los gastos legales se acumulan.
“No, cómo cree, no lo recibe”, fue su respuesta ante la pregunta de si su madre recibía el pago mensual, en el programa El Búnker. “Tengo entendido que cuando mi madre salió del Gobierno, en noviembre del año pasado, intentó hacer los trámites y se los rechazaban”, dijo.
La Ley 376, puesta en vigencia el 15 de mayo de 2013, establece la creación del denominado “reconocimiento pecuniario” a quienes ejercieron la presidencia y vicepresidencia. Se trata de una renta de 10 salarios mínimos nacionales por mes, un beneficio que se estipula será “de por vida”.
Para acceder a esa renta, los beneficiarios deben hacer una solicitud al Ministro de Economía y Finanzas Públicas. Ese despacho tiene un plazo de 15 días para emitir la resolución, que disponga el pago o no del reconocimiento.
“Hasta el día de hoy mi madre no ha recibido un solo centavo de ese sueldo vitalicio que le corresponde. (…) Mi madre ha intentado hacer los trámites hasta antes que la secuestren y ahí se paralizó todo”, reiteró Ribera.
Añez fue detenida la madrugada del sábado 13 de marzo de este año, en Beni, sindicada por sedición y terrorismo, por los hechos que desencadenaron en la renuncia de Evo Morales, en noviembre de 2019. Durante su reclusion, la salud de la exautoridad se fue deteriorando, según las reiteradas denuncias de su familia y su defensa legal.
El lunes se informó que el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) solicitó que la exmandataria sea trasladada a un hospital de tercer nivel para que se le realicen tres exámenes especializados. Añez debió ser sometida a una valoración cardiológica por el cuadro de hipertensión arterial sistémica que padece; una evaluación psicológica por el síndrome ansioso depresivo; y pruebas de sangre.
Este miércoles fue trasladada de forma sorpresiva al Hospital del Tórax, donde el médico Hanz Gonzales le realizó una valoración rutinaria sin conocer la historia clínica de la paciente, denunció la abogada de la expresidenta, Norka Cuéllar.
“El día de hoy (miércoles) fue muy duro, no nos informaron nada. (…) No sabíamos si mi madre se había descompensado, si le había venido una crisis, o por qué se la habían llevado”, expresó Ribera. “Mi madre está sufriendo varios episodios, en crisis hipertensivas muy fuertes. Cada vez se le deteriora la salud porque no le dan un tratamiento adecuado, no le hacen los exámenes que ella necesita. Los directores del régimen penitenciario salieron a dar una conferencia de prensa montando un show mediático para decir que ella ya fue trasladada a la clínica y que se encuentra bien de salud. Eso es una total mentira”, sostuvo.
“Shock” sobre el caso Murillo
Respecto al caso por los delitos de soborno y lavado de dinero contra Arturo Murillo en Estados Unidos, Ribera afirmó que a su madre “no le gusta hablar mal de nadie”, pero expresó su “shock” por algo de lo que, afirma, no tenía conocimiento.
“Mi madre nunca se ha expresado mal de la gente, no le gusta hablar mal de nadie por más que hayan hecho barbaridades. Mi madre lo único que me manifestó es que en esos días que nos enteramos esta noticia, al igual que se hizo de conocimiento público, mi madre me dijo: ‘Estoy en shock, no sabía que estaba pasando esto. No puedo creerlo”, relató Ribera. “Yo he sentido mucha rabia y mucha impotencia porque esperas esto de los enemigos, pero no de un amigo. Ha sido difícil en esa situación”.
El extitular de Gobierno y al menos otras cuatro personas están acusadas de una compra de armamento no letal con 2,3 millones de dólares de sobreprecio.
La operación involucró a una empresa intermediaria y el dinero fue enviado a cuentas en Estados Unidos, razón por la cual en ese país se abrió una investigación por lavado de dinero, que prosiguió con la detención de Murillo.
Fuente: Página Siete Digital