Bomberos operan con equipos viejos y se alista la declaratoria de emergencia

Los bomberos reclaman la falta de renovación de sus equipos. La Gobernación cruceña advierte que este año podría ser crítico por las condiciones climatológicas. Municipios agotan sus recursos y tienen dificultades para movilizar maquinaria.

Un panorama crítico, así enfrenta Santa Cruz otro año de incendios forestales. Los bomberos aseguran que necesitan que sus equipos sean renovados y la Gobernación cruceña alerta que este año será uno de los más secos de las últimas dos décadas, por lo que el riesgo de que los incendios se propaguen es mucho mayor.

A diferencia de otros años, esta vez la temporada de incendios se adelantó y hasta la fecha ya han atendido emergencias de magnitud, especialmente en el Pantanal boliviano y en la Chiquitania, afectando a 147.254 hectáreas en lo que va de este año en todo el departamento cruceño.

Precisamente por eso, la Gobernación alista la declaratoria de emergencia departamental por incendios forestales, ya que los municipios de Roboré y San Matías, que son los más afectados y fuego no da tregua, están a punto de completar los procedimientos para declarar desastre por incendios, debido a que han agotado sus recursos y necesitan apoyo económico de la instancia departamental para seguir combatiendo el fuego.

Proyección

El 2019 el país registró uno de los peores desastres ambientales y Santa Cruz fue la región más afectada, con 3.610.075 hectáreas de bosques y pastizales quemados.

La jefa de la Unidad de Bomberos de la Gobernación cruceña, Yovenka Rosado, advierte que hay condiciones para que esto vuelva a ocurrir. Hace una lista de condiciones adversas: este año el departamento cruceño soportó heladas y nevadas, lo que no sucedía hace 20 años; hay varios municipios declarados en emergencia por sequía; y los pronósticos meteorológicos no prevén lluvias de consideración hasta octubre.

“Lo que pasó en los alrededores Viru Viru, donde se registró un incendio de magnitud, se dio porque todo está seco. En estas condiciones la conducta de la gente afecta mucho, las fogatas cuando salen de excursión y las colillas de cigarro que se botan pueden dar lugar a situaciones que se pueden descontrolar”, alertó.

A su vez, la responsable regional del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), Cristina Chirinos, informó que los pronósticos prevén un aumento de la temperatura en la región cruceña, desde este mes y especialmente en septiembre.

De acuerdo con el reporte de la Gobernación, de enero a julio de este año atendieron 72 emergencia por incendios forestales y en este mes, solo en un día, se llegó atender ocho emergencias. Lo preocupante es que la temporada crítica de incendios apenas empieza.

La jefa de la Unidad de Bomberos de la Gobernación cruceña señaló que ya se han registrado incendios de sexta generación, por la extensión de las líneas de fuego y la altura de las llamas.

Rosado indicó que entre las dificultades que enfrentan actualmente los municipios, que son los primeros que deben responder ante las emergencias, está la falta de recursos económicos y con ello la imposibilidad de comprar combustible para movilizar bomberos y maquinaria.

Emergencia

La funcionaria de la Gobernación indicó que para dar soporte a la atención de emergencias actualmente la Gobernación cruceña utiliza recursos regulares de los programas contra incendios y gestión de riesgo.

Precisó que el Programa contra Incendios cuenta con un presupuesto de Bs 3,5 millones, que se utilizan para movilizar brigadas de bomberos forestales y capacitación; mientras que el Programa de Gestión de Riesgo maneja cerca de Bs 3 millones.

Rosado explicó que si los municipios tienen dificultades para atender los incendios, primero, se declaran en emergencia y con esto pueden habilitar recursos adicionales para combustible, alimentación y rehidratación; y en caso de que los recursos no sean suficientes, se declaran en desastre para pedir apoyo a la instancia departamental, pero, para ello, deben contar un informe técnico y legal. La norma establece que, con dos municipios en desastre, la Gobernación puede declarar emergencia y erogar recursos para apoyar a esos municipios.

A su vez, el responsable de Gestión de Riesgo de la Gobernación, Jhonny Rojas, indicó que se envió personal a San Matías y Roboré para evaluar daños y preparar técnicamente la declaratoria de desastre por incendios, además de Quirusilla y Boyuibe para alistar la declaratoria por sequía y heladas.

Añadió que luego se evaluará los requerimientos de las familias de cada municipio, sobre alimento, forraje y medicamentos para calcular el presupuesto que se necesita para darles asistencia.

Se prevé que en estos días se reúna el Comité de Operaciones de Emergencia Departamental (COED) para la declaratoria de emergencia departamental.

Bomberos

El capitán de Bomberos de Rescate Urbano, Hugo Vargas, indicó que están enfrentando a los incendios con materiales y equipos antiguos, pues desde el desastre del 2019 no recibieron nuevas dotaciones. “No hay un dron, no hay vehículos, no hay aparatos de comunicación para coordinar los bomberos en campo, no hay aditivos para enfriar (la zona quemada), que se agrega al agua para una intervención más efectiva y seguimos con cascos industriales atendiendo los incendios forestales”, lamentó a tiempo remarcar que ninguna de las instancias del Estado brinda apoyo regular con equipos.

“Somos nosotros los voluntarios que hacemos campaña para comprar cascos, indumentaria y combustible para atender las emergencias. Se vienen los incendios forestales en la Chiquitania y los bomberos voluntarios vamos a ir con las mismas herramientas: con camisas, pantalones y botas que atendimos los incendios de la Chiquitania en 2019 y vamos a seguir prestandonos vehículos y comprando combustible”, remarcó.

El comandante de Saviors Pantaneros, Paul Tomichá, indicó que trabajan con equipos entregados por fundaciones y por la Gobernación; sin embargo, lamentó que aún no se les dotó de un vehículo de atención de respuesta rápida. Agregó que hasta ahora el Estado no tiene como política apoyar a los bomberos voluntarios. “No vimos una reacción del Estado, siempre los bomberos voluntarios se manejan con donaciones”, señaló.

El comandante de la Unidad de Bomberos Voluntarios (UUBR), Álvaro Castillo, indicó que no solo se debe tomar en cuenta el número de bomberos y de equipos, sino la formación que tienen para estar en primera o segunda línea, y “todo eso se fusiona en un bombero integral”.

Lamentó que las instancias departamentales y nacionales no forman bomberos integrales. “Existe una marcada diferencia entre bomberos voluntarios que operan todos los días y los voluntarios que se articulan solamente para algunos eventos. Los grupos que operan el año redondo tienen equipo que debe ser renovado por el desgaste y, como son integrales, sus necesidades son diferentes también a las de las brigadas forestales de las alcaldías, de las gobernaciones y del Gobierno central”, remarcó.

Insistió en que los bomberos tienen herramientas y equipos que deben ser mantenidos y cambiados cuando cumplen su vida útil, pero considera que ninguno de los tres niveles del Estado tiene prevista ni la logística necesaria, que incluye transporte, alimentación, hidratación y atención de salud, como pruebas para detectar Covid.

El viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, indicó que el plan denominado de Defensa de la Vida y el Medio Ambiente está dando resultados porque hubo una reducción de cerca del 50% en los daños por incendios forestales, ya que en lo que va del año las hectáreas afectadas alcanzan alrededor de las 100.000, mientras en el mismo periodo del año pasado hubo como 200.000 hectáreas afectadas.

En el país, en el 2019 la superficie quemada alcanzó un total de 5.027.975 hectáreas, según el reporte de Fundación Tierra. Ese año fue considerado crítico, porque los daños aumentaron ocho veces con relación al año anterior.

Fuente: El Deber

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