Vecinos mostraron las carencias que afectan a algunos establecimientos de primer nivel. Además del equipamiento y del sistema eléctrico, reclaman por la falta de personal para atender a los pacientes.
El nacimiento de un bebé en pleno pasillo sacó a relucir las malas condiciones en que se encuentran algunos centros municipales de salud, donde las embarazadas son atendidas en salas con camillas viejas, hay problemas con el sistema eléctrico y quejas por el equipamiento. A esto se suma la falta de personal médico que no abastece para atender a los pacientes que aumentan cada día por la emergencia de dengue.
La situación desespera a los médicos y vecinos que recurrieron a la Comisión de Previsión Social del Concejo para que puedan gestionar mejoras.
Vecinos, a la cabeza del dirigente Herien Coca, mostraron este miércoles las necesidades del centro Los Olivos, que van desde el sistema eléctrico hasta goteras en el techo.
La queja de los vecinos se da porque la infraestructura es nueva, pero no se ha dotado de mobiliario ni de equipamiento nuevo. Aseguran que el centro fue habilitado en diciembre del año pasado, pero lo hicieron con camas y equipos que trasladaron de los ambientes donde operaban anteriormente y completaron el mobiliario con materiales de otras postas.
Basta recorrer el lugar para observar las carencias. Coca muestra los colchones de las camas de la sala de postparto, que están con la cuerina rota por tanto uso. Allí se recuperan las madres que dan a luz, quienes también soportan el calor porque los acondicionadores de aire no funcionan.
En peores condiciones esta sala de dilatación, donde la única cama que se dispone está oxidada. Los vecinos aseguran que precisan al menos cinco camas en este espacio, ya que allí se asisten a las embarazadas a la espera de su ingreso a la sala de partos. “Si hay más de una mujer con dolores de parto no hay dónde entenderlas”, agrega Coca.
En la sala de partos, los vecinos mostraron la única servocuna que no funciona debido a la falta de mantenimiento.
A esto se suma que el sistema eléctrico tiene una instalación domiciliaria, que no abastece a la necesidad de un centro de salud, lo que impide el funcionamiento de los acondicionadores y de algunos equipos. Por la misma situación tampoco se puede habilitar la sala de refrigeración para medicamentos, por lo que los remedios e insumos son llevados a otros centros para su conservación.
“Nos han dado una casa nueva, pero con cosas viejas. El equipamiento y los acondicionadores de aire no funcionan porque no fue habilitado el activador trifásico y se trabaja con energía domiciliaria”, señala el dirigente vecinal.
El director del centro de salud, Jorge Landívar, indicó que en este nuevo centro tienen mayor afluencia de pacientes, pero trabajan con el mismo personal. La demanda se duplicó, ya que antes atendían a 60 pacientes por día y ahora a 150.
El concejal Juan Carlos Medrano, que participó de la inspección como miembro de la Comisión de Previsión Social del Concejo, dijo que es “lamentable que un hospital tan nuevo no cuente con equipamiento ni con los médicos necesarios”. “Así no le sirve a la gente. Han traído chatarras de otros centros. Hay camillas en mal estado y oxidadas, además de salas de parto, donde es una pena ver las camas de las embarazadas”, agregó Medrano.
Vecinos también denunciaron falencias en el centro de salud Lazareto, donde el 4 de febrero dio a luz una mujer en el piso.
Aseguran que la mala atención viene desde hace tiempo y señalan que uno de los factores es que varios médicos fallecieron durante la pandemia por covid-19 y, hasta el momento, no los reemplazaron.
Hasta allí llegó la concejala Noemí Centellas, quien asegura que la falta de personal no es el único problema de este centro de salud, pues en una inspección se constató que las condiciones de las camillas y de la sala de parto no son las óptimas para atender a las mujeres.
“El equipamiento de la sala de parto es totalmente lamentable. Las camillas están oxidadas y rotas, las esponjas de los colchones están salidas, y las camas están manchadas y sucias”, lamentó la concejala.
Pobladores también denunciaron falencias en el centro de salud Palos Verdes que, a pesar de tener solamente cinco años de funcionamiento, la falta de mantenimiento genera un riesgo para los pacientes. “En las noches el área de laboratorios no tiene luz eléctrica, lo que perjudica a la extracción de sangre para poder sacar una muestra”, indicó Melissa Saucedo, médica general de este centro de salud.
Tampoco cuenta con pruebas rápidas para la detección del dengue y hace unos meses pidieron un contador hematológico, pero les entregaron un equipo que estaba usado y dañado.
La Alcaldía
El Ejecutivo Municipal no se pronunció sobre la inspección de este miércoles, pero durante la habilitación de camas por la emergencia de dengue, la secretaria municipal de Salud, Andrea Amelunge, informó que los centros y hospitales de segundo nivel han sido fortalecidos con 70 nuevas camas.
“Hemos conseguido habilitar 70 nuevas camas en diferentes centros y hospitales, a través de la Ley de Emergencia Sanitaria. Haciendo un total de 226 camas disponibles para tratamiento de pacientes con dengue”, sostuvo Amelunge.
Asimismo, el alcalde Jhonny Fernández destacó la entrega de reactivos y medicamentos en los centros de salud para mejorar la atención en el primer y segundo nivel. “Estamos habilitando camas, pero también médicos especialistas. Se entrega medicamentos, insumos y reactivos, porque sin eso tampoco se puede trabajar. Esta es una de las prioridades y no vamos a descuidar”, aseguró Fernández.
Fuente: El Deber