Cinco municipios declaran desastre por sequía y hay 9.378 familias afectadas

La escasez de agua golpea a 94 comunidades de San Rafael, Cuevo, Lagunillas, San Antonio de Lomerío y Kereimba Yyambae. Otros seis territorios están en proceso para emitir sus declaratorias. Movilizan cisternas para asistir a las familias.

“La naturaleza nos está castigando gravemente. Los manantiales se están secando y estamos llevando agua en cisternas hasta las comunidades que más lo necesitan”, así describe el alcalde de Cuevo, Marcelo Villarra, la crisis por la escasez de agua que afecta a este y otros municipios debido a la prolongada sequía.

Con tantas necesidades los recursos se agotan, ya que de los Bs 30.000 que dispuso esta comuna para esta contingencia ya se han gastado Bs 25.000 y, previendo esta situación, Cuevo fue uno de los primeros municipios en declararse en desastre.

Junto a Cuevo, San Rafael, Lagunillas, la Autonomía Indígena Kereimba Iyambae (Gutiérrez) y San Antonio de Lomerío, concluyeron los trámites previstos en la Ley 602 de Gestión de Riesgos, por lo que ya tienen sus declaratorias de desastre por déficit de precipitación y sequía. San Antonio de Lomerío también incluyó en su declaratoria la afectación por incendios forestales.

Hasta el momento hay 9.378 familias afectadas en 94 comunidades, solo en estos cinco municipios, localizados en el Chaco y la Chiquitania, informó la secretaria de Seguridad Ciudadana de la Gobernación de Santa Cruz, Paola Weber.

Añadió que existen otras seis zonas que están alistando sus carpetas para declararse en desastre. Se trata de Roboré, San José de Chiquitos, Boyuibe, Quirusillas y la Autonomía Indígena de Charagua por sequía; y de San Matías, por vientos huracanados.

La urgencia pasa ahora por acercar el agua a las familias, ya que se está priorizando el consumo humano, aunque las condiciones climatológicas también golpean a la producción ganadera y agrícola. La Gobernación cruceña comprometió la movilización de cisternas y otros proyectos para la pronta atención de las comunidades.

El alcalde de Cuevo señala que solo en ese municipio hay 900 familias afectadas en una veintena de comunidades. Para asistirlas, se ha trabajado con la habilitación de cinco pozos de agua (dos por parte de la Gobernación y tres por parte del Gobierno). Además, se cuenta con un camión cisterna que se encarga de trasladar agua desde los arroyos y pozos hasta las viviendas en las comunidades más afectadas, como El Arenal Camatindi, Timboyrenda, Capirenda y Caraguatarenda. Los comunarios esperan y almacenan el líquido vital en turriles, bidones, baldes o en lo que tienen a su alcance.

Se prioriza el consumo humano, pues un animal bebe diariamente unos 50 litros de agua, lo que alcanza para diez personas. Sin embargo, el alcalde advierte que los daños a la producción ganadera pueden ser mayores en los próximos meses, pues, a pesar de que son pioneros en la conservación de forraje, la sequía también afectó el almacenamiento de alimentos para las reses.

Dice que la sequía viene golpeando al Chaco cruceño desde hace dos años, pero en esta gestión ha castigado con mayor fuerza. En su municipio normalmente llueve 600 litros por metro cuadrado anualmente, pero este año solo han caído entre 250 y 350 litros por metro cuadrado.

“Esto significa que la ecología se ve afectada y esto repercute en todo”, insiste.

Sobre la asistencia, la secretaria de Seguridad Ciudadana informó que se han movilizado diez cisternas hasta los municipios afectados y también se han perforado diez pozos de agua. Todo esto con recursos que se disponen para atender a los municipios declarados en desastres.

Pero también, se han perforado 26 pozos de agua con recursos regulares, dentro de los proyectos para la dotación de agua a las comunidades.

De acuerdo con Weber, la Gobernación también asiste a los municipios con la provisión de alimentos. Precisamente, para la próxima semana se tiene prevista la entrega de raciones para las familias golpeadas por la sequía.

Los recursos

Con respecto a los recursos que se disponen para atender contingencias producto de sequía y lluvias, la Gobernación aprobó un presupuesto inicial de Bs 5 millones y, dada la necesidad, recientemente se asignó otros Bs 1 millón.

Weber agregó que las partidas se invierten básicamente en la perforación de pozos y en la movilización de cisternas para dotar de agua a las comunidades afectadas.

Agregó que se está solicitando la aprobación de otros Bs 3 millones o Bs 5 millones, a fin de atender todos los requerimientos, ya que hay municipios que están en proceso de declaratoria de desastre.

“Estamos priorizando la atención y protección de las familias, entregando agua, a través de los pozos y cisternas, y con entrega de alimentos”, destacó Weber.

Datos

Cuevo. Fue el primer municipio en declararse en desastre por sequía. Hay 21 comunidades afectadas y 964 familias.

Lagunillas. Emitió su declaratoria de desastre por déficit de precipitaciones. Tiene 1.258 familias afectadas en 17 comunidades.

Kereimba Iyambae. El Gobierno Autónomo Indígena Kereimba Iyambae (Gutiérrez) declaró desastre por déficit de lluvias. Tiene 1.536 familias afectadas en 20 comunidades.

San Rafael. Registra 3.750 familias afectadas y se declaró en desastre por falta de lluvias.

San Antonio de Lomerío. Tiene 1.870 familias afectadas por falta de lluvias e incendios.

El fuego ya consumió 44.000 hectáreas de vegetación y hay tres incendios activos

Los incendios forestales no dan tregua en el departamento cruceño. La directora de Recursos Naturales de la Gobernación, Yovenka Rosado, informó que en estos momentos los bomberos combaten tres incendios de magnitud. Uno de ellos afecta al Parque Nacional Kaa-Iya, en el sector del municipio de Pailón; el otro se registra en la comunidad San Buenaventura, en San José de Chiquitos; y otro afecta al Área Protegida de Copaibo, en Concepción.

En San Buenaventura se trabaja con equipo pesado a fin de abrir líneas de defensa. También se están haciendo gestiones para aplicar este tipo de estrategias por sendas antiguas o cicatrices de fuego en el Parque Nacional Kaa-Iya, que arde desde hace más de 26 días. Los bomberos trabajan con voluntarios y comunarios de la zona. Rosado señaló que es-te incendio es difícil de controlar porque se trata de un fuego rastrero, que no es fácil de detectar con satélites.

Destacó el trabajo de los bomberos forestales y guardaparques que este fin de semana lograron el control y liquidación de los incendios en Ñembi Guasu y en el Parque Nacional Otuquis. “Como han sido de magnitud, las brigadas permanecen en la zona haciendo un monitoreo”, complementó. Hasta el momento, el fuego ha consumido 44.000 hectáreas de vegetación en Santa Cruz.

Fuente: El Deber

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