El diputado del MAS, Hernán Hinojosa, denunció al líder cívico por no presentarse a trabajar en 2020 a la Caja Petrolera de Salud y por causar un daño económico a la Alcaldía, cuando fue burgomaestre.
La Fiscalía Departamental de Santa Cruz citó al presidente del Comité Cívico, Rómulo Calvo, a declarar el día lunes 29 de noviembre en calidad de investigado por los supuestos delitos de incumplimiento de deberes, contribuciones y ventajas ilegítimas del servidor público, y ejercicio indebido.
La denuncia contra Calvo fue presentada por Hernán Hinojosa, diputado del Movimiento al Socialismo, quien lo sindicó de haber causado un daño económico a la Alcaldía cruceña cuando ejerció como burgomaestre. Además, de ganar sueldo sin asistir a la Caja Petrolera de Salud para la prestación de sus servicios.
La notificación enviada al líder cívico dice que “en caso de incomparecencia se librará orden de aprehensión”. Su declaración deberá hacerla en Unidad Anticorrupción de la Fiscalía, ubicada en el segundo anillo y calle Monseñor Rivero.
“Este señor (Calvo) tiene pendientes con la justicia, tiene procesos penales en el Juzgado Tercero en lo Penal en Santa Cruz por daños económicos ocasionados a la Alcaldía por un monto de 1.367.582 dólares, tiene juicios pendientes por chicanería judicial”, detalló Hinojosa, cuando anunció la denuncia contra el líder cívico.
Según el diputado, Calvo figura como proctólogo de la Caja Petrolera de Salud (CPS) y “desde noviembre de 2019 a diciembre de 2020 cobró su salario sin siquiera haber asistido a su fuente de trabajo”.
“Todo el año 2020, durante el (supuesto) golpe de Estado, (Calvo) nunca asistió a su fuente laboral, no hizo consultas y cobró salarios de más de 24 mil bolivianos, teniendo ítem en la Caja Petrolera nunca asistió a su fuente como se demuestra en los marcados del sistema biométrico de la Caja”, dijo Hinojosa.
Asimismo, señaló que el líder cívico promovió la contratación de más de 100 personas en la CPS que no contaban con la experiencia profesional necesaria, y prescindió de trabajadores antiguos.
Por Ariel Melgar Cabrera
Fuente: El Deber