El secretario de Desarrollo Económico recordó que no tienen poder coercitivo y que tampoco la Policía departamental obedece a la Gobernación, como cuando era Prefectura
La Gobernación, a través de su secretario de Desarrollo Económico, Luis Fernando Menacho, expresó su preocupación por los bloqueos en la provincia Guarayos e indicó que se encuentran con las manos atadas. La zona permanece bloqueada desde inicios de la semana, debido a un conflicto por tierras, que ha cobrado la vida de Franklin Delgadillo, en la comunidad San Antonio de El Junte.
En entrevista con EL DEBER Radio, Menacho lamentó que productores pecuarios y agricultores se vean afectados, lo mismo que la población en general.
El responsable de Desarrollo Económico explicó que la tuición que tienen sobre el tema tierras es a través de la Comisión Agraria Departamental, que ha sido convocada anteriormente, en tres oportunidades, pero que no ha podido reunirse ante la inasistencia del director nacional del Instituto de Reforma Agraria (INRA).
Además recordó que tampoco tienen tuición sobre la Policía departamental. Para la autoridad departamental esta es una competencia del Estado.
Menacho anunció que convocarán a la Comisión Agraria Departamental, una vez más.
“Si este bloqueo fuera de parte de nuestros indígenas y de nuestras comunidades originarias, ya lo hubiera intervenido (el Gobierno nacional). Les aseguro ciento por ciento. Pero, como es de los interculturales, como es de la gente del Gobierno (nacional), proveniente de San Julián y Cuatro Cañadas, por eso es que el Gobierno no interviene, porque son su gente”, manifestó Menacho, que además explicó que verificaron las placas de los vehículos que transportan a los bloqueadores y estas corresponden a San Julián y Cuatro Cañadas.
Menacho también afirmó que, desde la Gobernación, denunciaron esta situación del bloqueo y el conflicto de tierras ante la Dirección Nacional del INRA, pero que “como la justicia también la maneja el Gobierno, nuestras denuncias no han tenido resultados”.
Por Tanya Imaña Serrano
Fuente: El Deber