“La situación de los incendios forestales es crítica por la gran cantidad de emergencias que se están presentando y que han puesto en riesgo a comunidades”, alertó este jueves la directora de Recursos Naturales de la Gobernación, Yovenka Rosado.
Este año, los bomberos forestales se enfrentan a uno de los peores escenarios por la gran cantidad de incendios que surgen como hongos en distintas zonas, tanto que las fuerzas no dan abasto.
Los datos muestran que en lo que va del año se han atendido 331 incendios, cifra que supera a la registrada en 2021, cuando se contabilizaron solo 250. La cantidad también está a punto de alcanzar los registros de 2020, con 348 emergencias por incendios, y ya superó los de 2019, cuando se vivió la peor catástrofe en la Chiquitania y se alcanzaron 307.
La cantidad de hectáreas afectadas llega a 172.526, cifra que está lejos de alcanzar las del año pasado (cuando hubo 2.859.945), pero preocupa que este año se han disparado los pedidos de auxilio en distintos municipios, incluyendo el área metropolitana. Los llamados más recientes fueron de las comunidades de Pedro Lorenzo y Peji Chico, en el municipio de La Guardia, donde los incendios obligaron a los bomberos a evacuar a los lugareños. También en El Torno, donde se afectaron viviendas.
En Peji Chico, situado a la altura del kilómetro 24 de la carretera a Camiri, los pobladores vivieron horas desesperantes cuando el fuego rodeó la comunidad y amenazó a una decena de viviendas.
Por segundo día consecutivo, los pobladores dejaron a un lado sus labores cotidianas para unir fuerzas contra las llamas que eran avivadas por los fuertes vientos.
La gente se daba modos para rociar agua en los alrededores de sus casas con mangueras, baldes y hasta jarrones; mientras que otros se unían a las labores de los bomberos con palas, picotas y mochilas forestales.
Hubo momentos en que la desesperación de la gente llevó a bombear agua desde un atajado cercano para abastecer a los que estaban en primera línea.
Entre el humo, la ceniza, el carboncillo y la tierra todos en la comunidad se cooperaban. Una brigada de profesionales de salud recorría en ambulancia y a pie los caminos de tierra en busca de lesionados y también con colirios para la gente que estaba expuesta al fuego.
“Es lamentable esta situación, hay niños, personas adultas y mujeres. Hemos evacuado a varios de sus hogares por miedo a que las llamas los alcancen”, relató la enfermera Ana María Gonzales, mientras aplicaba colirio a un comunario que salía de uno de los incendios.
Niños, adultos mayores y personas con enfermedades de base fueron evacuadas hasta la carretera y, desde allí, los que requerían atención médica fueron llevados hasta el centro de salud de la zona. Afortunadamente, nadie resultó con cuadros de gravedad.
A la tarea de los vecinos se han sumado los bomberos voluntarios del municipio de La Guardia, bomberos forestales de la Gobernación y efectivos de la Policía Militar.
“Toda ayuda es bienvenida, ellos están exponiendo sus vidas y hasta ahora no sabemos si estos incendios son provocados o naturales”, manifestó Lorenza Santos, vecina de Peji Chico.
Con los ojos rojos por el humo, doña Zulma Torrez contó que ella vio a solo unos metros su casa amenazada por el fuego. “El incendio estaba a una cuadra de mi casa. Tuvimos que salir, todos amanecimos en la sede de Pedro Lorenzo”, contó la mujer, mientras cocinaba para unas 50 personas entre bomberos y policías.
En este distrito del municipio guardieño el fuego se reactivó de manera alarmante la madrugada del jueves. “De un momento a otro escuchamos las sirenas y el humo nos invadió. Eran como las 02:00 de la mañana y alertamos a todo el pueblo”, relató otra vecina, que también ayudaba en la preparación de la comida.
El pedido de ayuda para aplacar las llamas se escuchó ayer durante la mañana, porque había momentos en que las fuerzas no abastecían.
El pedido de los bomberos
Rosado pidió ayuda a todos los grupos de bomberos voluntarios del país ante la falta de manos, el cansancio y desgaste físico acumulado en quienes están en las líneas de combate. “Por el tiempo que llevan las emergencias existe un cansancio del personal que está combatiendo las emergencias, necesitamos reemplazarlo y enviar personal que esté descansado”, indicó Rosado.
Pidió que se unan bajo los protocolos de desplazamiento, a través del Centro de Operaciones de Emergencias Departamental (COED). De esta forma, quienes se sumen a las labores contarán con combustible y apoyo logístico de la Gobernación.
Actualmente, más de 2.000 bomberos forestales están atendiendo las emergencias, además de militares, guardaparques y técnicos.
En el reporte de este jueves se informó que existen 16 incendios activos en diez municipios cruceños. Uno de ellos en El Torno, donde se quemaron viviendas y los estudiantes del instituto Quebrada León pidieron ayuda. Mototaxistas, bomberos voluntarios y pobladores ayudaron a sofocar las llamas.
En la capital cruceña, los fuertes vientos derribaron árboles y afectaron vehículos.
Fuente: El Deber