Personal de la Caja Petrolera de Salud (CPS) cumplió un paro de 24 horas. Exige la reposición de profesionales fallecidos o retirados. Los pacientes denunciaron falta de medicamentos y solicitan el arreglo de equipos que están en mal estado.
No soportaron más las carencias y salieron a protestar por falta de personal, insumos y equipos en la Caja Petrolera de Salud (CPS). Los médicos y asegurados, mayoritariamente pacientes oncológicos, se apostaron en las puertas del hospital de la entidad seguradora para gritar las necesidades que enfrentan a diario.
“No tenemos insumos, medicamentos, equipos y nos falta ítems. Tenemos un solo oncólogo”, protestó una de las personas que cargaba una de las pancartas que enumeraba las necesidades.
Los reclamos estaban dirigidos a los principales directivos de la CPS, pues les manifestaron que requieren insumos, mayor número de ítems, dotación medicamentos y que se repongan varios equipos que están sin funcionamiento.
Los manifestantes bloquearon la calle España, entre Andrés Ibáñez y Rafael Peña, exigiendo que sean cumplidas sus demandas. Hubo momentos de tensión, principalmente cuando personas relacionadas a la administración ingresaban al edificio y eran increpadas por los manifestantes.
Durante la protesta, una de las aseguradas sufrió un desmayo, por lo que tuvo que ser evacuada en una camilla.
De forma paralela, los trabajadores de la CPS también cumplieron un paro de 24 horas.
La secretaria de Conflictos del Sindicato Médico y Ramas Afines (Simra) Santa Cruz de la CPS, Nurmi Ore, explicó que antes de salir en esta manifestación siguieron los conductos regulares, como el enviar cartas y sostener reuniones con los responsables.
“Todo se está agudizando, porque faltan medicamentos, insumos y equipos médicos, como el tomógrafo y el mamógrafo, entre otros”, recalcó.
Otras demandas que se suman a su pliego petitorio es el incumplimiento del pago del escalafón 2018, el retraso en la calificación de la categoría profesional y el incumplimiento en la regularización de cargos de bases. Además, manifestó Ore, existe un grupo de profesionales en salud que se encuentran trabajando horas sin recibir pago alguno. “Ya no podemos seguir de esta forma”, subrayó.
Señala que en las diferentes áreas de la CPS se han jubilado varios profesionales y sus ítems han entrado en custodia y no están siendo repuestos con los que tienen contratos.
Como ejemplo indicaron que, de 26 jubilados en el área de enfermería, ni uno ha sido repuesto.
Al respecto, el traumatólogo, Christian Morales, recordó que todos los ítems de los profesionales de la CPS que fallecieron o se retiraron no han sido restituidos y eso ha generado serios inconvenientes en la atención.
Hay algunas especialidades que han quedado casi desabastecidas. Se cuenta con un médico oncólogo y un traumatólogo pediatra.
“Además, no se tiene material en quirófano, hilos de sutura y vendas de yeso en emergencia. La paciente que se descompensó tuvo que ser evacuada en una camilla de recuperación porque el hospital no tiene una silla de ruedas para este tipo de emergencias”, cuestionó el galeno.
Morales también observa el hecho de que no se cuenta con un sistema digital para entregar las fichas y evitar que el paciente siga peregrinando y durmiendo a la intemperie.
“No entendemos, por qué la gente aún viene a dormir afuera del edificio de la CPS, donde además son víctimas de personas inescrupulosas que les cobran por la ficha y el espacio, algo que no es justo para el asegurado”, protestó.
A los reclamos de los médicos se sumaron los de los asegurados. Romina Jiménez, una de las pacientes oncológicas, entre lágrimas lamentó que no se les atiendan sus pedidos y esperan que al mostrar públicamente las necesidades puedan hacer algo.
“Desde septiembre del año pasado, a los pacientes de oncología, nos han cortado los medicamentos y encima la semana pasada nos quitaron un oncólogo. Somos como 250 pacientes y estamos sin doctores”, sostuvo la mujer que es madre de dos bebés.
Agregó que hace dos semanas viene peregrinando para sacar una ficha, pero no tiene suerte.
“Pónganse en nuestro lugar, hay pacientes que han podido detener sus tumores con la quimioterapia, pero sino la hacen los tumores vuelven a crecer. Entonces nadie nos da una solución”, reclamó.
Antes del mediodía un grupo de manifestantes, entre médicos y un paciente oncológico, acudió a reunirse con los directivos. La reunión se prolongó hasta pasadas las 16:00 y se determinó declarar un cuarto intermedio hasta las 10:00 de este viernes.
La crisis en salud
La Fundación Unir Bolivia, con el apoyo de la Cooperación de Suecia en Bolivia, presentaron el libro Los conflictos por salud, la salud de los conflictos, donde muestra datos inquietantes sobre las condiciones de la salud en el país.
Resalta que uno de los mayores problemas del sistema es la insuficiente coordinación entre los distintos niveles del Estado, pero también observa que, pese a que los recursos destinados a la salud han tenido un incremento progresivo, aún son insuficientes.
Registra que uno de los temas de recursos humanos para la prestación de servicios de salud es uno de los más críticos, lo que abre frentes de conflicto.
Muestra que “la OMS recomienda un mínimo de 23 profesionales de salud (médicos, enfermeras, salubristas) por cada diez mil habitantes. En 2016 Bolivia contaba con 14,1 profesionales, por encima de Honduras, Guatemala, Guyana y Haití. Los últimos datos (de 2020) refieren la existencia en el país de ocho médicos y de 3,9 enfermeras por cada diez mil habitantes, y de 1,6 intensivistas por cada cien mil habitantes 178, cifras muy bajas considerando los requerimientos mínimos”.
Refleja que es dramática la atención para pacientes con cáncer, como se ve ahora en la protesta de la CPS.
“Cada año se registran alrededor de mil conflictos sociales originados por una o varias de esas causas, entre las que se encuentran los problemas y deficiencias existentes en la prestación de los servicios de salud, que son fuente de tensionamiento y malestar -tanto en los trabajadores del sector como en los usuarios- y generan frecuentes conflictos”, señala el libro.
Hace notar, que entre 2018 y 2022 se registraron 375 conflictos por salud, lo que representa un promedio de 7% del total de los conflictos ocurridos por distintos temas. Y esto está lejos de solucionarse.
Fuente: El Deber