Un grupo fuertemente armado y con los rostros cubiertos, secuestró a 17 personas, entre periodistas, policías y civiles.
Un nutrido grupo de trabajadores de la prensa en Santa Cruz de la Sierra realizó este viernes un plantón en las puertas de la Catedral, exigiendo respeto a la libertad de prensa.
Los últimos hechos ocurridos el jueves en el predio Las Londras, de la provincia Guarayos, donde un grupo de personas, fuertemente armadas y con los rostros cubiertos, secuestró a 17 personas, entre periodistas, policías y civiles en la zona, fue “la gota que rebalsó el vaso”.
Con letreros, donde se leían leyendas como: “Exigimos respeto a la libertad de expresión como derecho humano” o “No callarán con balas la libertad de expresión”, periodistas, camarógrafos y fotógrafos estuvieron por algunos minutos en el plantón para luego realizar una marcha de protesta por la plaza 24 de Septiembre.
“Ayer las autoridades de Gobierno han tardado mucho en trasladarse hasta el lugar para capturar a los autores. Por eso pedimos a las autoridades que inicien una investigación de oficio para identificar, capturar y llevar a la cárcel a los autores de estas agresiones contra los periodistas y también contra los ciudadanos en general, porque hay cuatro personas que han sido heridas de bala”, dijo Roberto Méndez, presidente de la Asociación de Asociación de Periodistas de Santa Cruz.
Méndez indicó también que en los sucesos de ayer se han configurado varios delitos. “El primer delito es el intento de homicidio. El segundo, privación libertad y el tercero, daño a la propiedad privada. Son delitos de orden público y las autoridades de gobierno y de la Fiscalía lo saben y tienen que actuar de oficio”, manifestó.
El presidente de la Asociación de Periodistas de Santa Cruz también pidió a los dueños de los medios de comunicación que se hagan eco de estos reclamos y “defiendan a sus periodistas”.
Ayer, una veintena de personas, entre los cuales habían siete periodistas, efectivos de la Policía y trabajadores del predio Las Londras, fueron tomados como rehenes y golpeados por grupos armados. Además de patearlos y golpearlos con palos, hombres encapuchados destruyeron a balas los equipos de los trabajadores de prensa.
Por Juan Carlos Fortún
Fuente: El Deber