El silencio marca el inicio de jornada en la capital cruceña. Muy poca gente en las calles y diversos puntos de bloqueo que se intensifican en algunas zonas. El Plan 3.000 abrió, a medias, su mercado, pero con muy poca afluencia de gente.
Las primeras horas del paro nacional indefinido convocado por sectores gremiales y transportistas transcurren en silencio y sin incidentes en la ciudad de Santa Cruz. Sin vehículos de transporte público recorriendo las vías y con la gran mayoría de los mercados cerrados, la población cruceña acata el paro.
Como en todos los paros, el Plan 3.000 muestra cierta actividad en sus mercados. La poca afluencia de gente y la ausencia del transporte público revela que no se trata de un lunes normal. Algunas personas en bicicletas recorren las calle para desplazarse en dicha zona.
Desde la noche del domingo, un fuerte contingente policial recorre la ciudad para despejar las vías y permitir el libre tránsito. Incluso por la mañana, EL DEBER fue testigo de la detención de dos hombres que se encontraban sentados en un punto de bloqueo en el kilómetro 6 de la ruta a La Guardia.
A primeras horas de este lunes, una tracto excavadora retiraba los promontorios de tierra que impedían el paso en el kilómetro 13 de la carretera a La Guardia. Custodiados por dos camionetas de la policía, los uniformados habilitaban una ruta donde no circula vehículo alguno.
También se observan puntos de bloqueo en la zona de la Pampa de la Isla, mientras que en la zona norte, los vecinos han colocado llantas y troncos para bloquear el paso de motorizados. La protesta alentada por gremiales y transportista en contra de la Ley 1386 y de otras normativas que propone el Ejecutivo ha conseguido el eco en la población.
Comercios e instituciones permanece cerrados. Solo las instituciones dependientes del Estado han insistido en desconocer la medida de protesta y aseguran que mantendrán abiertas sus oficinas para la atención al público.
La protesta cuenta con el respaldo de otros sectores de la población como los cívicos, la federación de profesionales, trabajadores de salud. Incluso, los integrantes de la marcha indígena se acercaron al Cristo Redentor para sumarse a la protesta y adherirse al paro nacional con sus propias demandas.
Por Juan Manuel Ijurko
Fuente: El Deber