Las instituciones afiliadas al Comité pro Intereses de Tarija se sumarán al paro de un día con fecha para este jueves 27 de octubre, exigiendo censo el 2023 y en apoyo a Santa Cruz; federación de transporte y municipios no acatarían.
El viernes a la noche, Adrián Ávila, presidente del Comité pro Intereses de Tarija, afirmaba que la Asamblea de la Tarijeñidad había decidido su total apoyo a Santa Cruz y un paro de 24 horas en ese departamento exigiendo el censo 2023.
Este lunes, más de 50 instituciones afiliadas al comité tarijeño confirmaron su participación en su paro de 24 horas. Su director cívico, Jesús Gira, contó a El Deber que en su mayoría “acatarán la medida de protesta, a pesar de las injurias y ataques verbales de organizaciones sociales afines al Gobierno y al MAS”.
No acatan el paro
En contraparte, la Federación Departamental del Autotransporte, afiliado al Comité Pro Intereses de Tarija, no acatará el paro debido a que los sindicatos se oponen por la situación económica en la que vive este sector.
“Hemos hecho las consultas a nuestros afiliados y la mayoría no quiere paralizar porque tienen deudas bancarias y viven del día“, justificó el secretario ejecutivo de esa organización sindical, Gabriel Pérez, a EL DEBER.
En las próximas horas, miembros de la dirigencia cívica mantendrán reuniones con líderes sindicales con la intención de hacerles cambiar de opinión y que se sumen al paro de 24 horas.
Otro dirigente que se mostró en contra del paro cívico fue el presidente de la Asociación de Municipios de Tarija (AMT) y alcalde de Padcaya, de la línea del MAS, William Guerrero, porque “es una medida política en apoyo a Santa Cruz y porque el censo no favorecerá a las jurisdicciones municipales de las provincias”, argumentó Guerrero.
“Los tarijeños somos los que más perdemos con el censo y no hemos analizado ese tema. Vamos a perder recursos por coparticipación y de escaños parlamentarios por la disminución de población en los municipios, a causa de la migración a la ciudades capitales y países vecinos”, agregó.
Fuente: El Deber
