Algunos políticos creen que lo ocurrido en Ecuador es una fuerte alarma para Bolivia o que las bandas criminales se podrían imponer si los Estados siguen siendo permisivos.
Desde la Cancillería del Estado Plurinacional hasta expresidentes y otros actores políticos de Bolivia condenaron durante las últimas horas el asesinato del candidato presidencial de Ecuador Fernando Villavicencio.
“La Cancillería de Bolivia condena el asesinato del candidato presidencial de la República del Ecuador, Fernando Villavicencio, y manifiesta las más sentidas condolencias a su familia y al pueblo ecuatoriano”, publicó el Ministerio de Relaciones Exteriores en sus redes sociales.
El expresidente y líder de Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa, también expresó su solidaridad con el pueblo ecuatoriano y su indignación por el asesinato del candidato.
Mesa remarcó que Villavicencio era un firme activista contra las mafias del narcotráfico y en ese sentido consideró que “las bandas criminales se impondrán si los Estados siguen siendo permisivos e ineficientes para combatirlas sin tregua, sin temores y sobre todo sin la complicidad que les garantiza impunidad”.
El expresidente y líder del Movimiento Al Socialismo (MAS), Evo Morales, es otro de los actores políticos del país que expresó su condena y repudio por el “atentado cobarde y criminal que terminó con la vida de (…) Villavicencio”.
“Solidaridad y condolencias para su familia y al hermano pueblo ecuatoriano afectado por la inseguridad ciudadana y políticas neoliberales”, señaló Morales.
El expresidente Jorge ‘Tuto’ Quiroga calificó de “espeluznante el asesinato del valiente e indoblegable” candidato.
Subrayó que Villavicencio fue un implacable luchador contra la corrupción y que Ecuador pierde un gran servidor público y un posible futuro presidente.
Mientras, la expresidenta Jeanine Áñez se sumó al pronunciamiento conjunto de los presidentes del Grupo Libertad y Democracia condenando “el brutal asesinato del candidato presidencial (…) como un grave e inaceptable atentado contra la democracia y los derechos humanos”.
Por su parte, el diputado de Creemos Erwin Bazán indicó que el asesinato de Villavicencio “es una fuerte alarma para Bolivia y la región sobre la presencia de grupos mafiosos que buscan espacios protegidos para engendrar nidos de corrupción, violencia y narcotráfico”.
“Debemos frenarlos y evitar que Bolivia se convierta en guarida de grupos delictivos. La violencia que trae el narcotráfico no es el camino, el camino es el diálogo democrático y liberal; el camino es una Bolivia sin odios, sin drogas, con unidad y con democracia”, apuntó Bazán.
Villavicencio fue asesinado el 9 de agosto en Quito, capital de Ecuador, luego de un mitin político.
Fuente: El Deber