Clases intercaladas por semanas y una nueva forma de evaluación que valore más la aplicación de los conocimientos son dos de las propuestas que llevaron los maestros al Sexto Encuentro Pedagógico “Por la Recuperación del Derecho a la Educación para todas y todos”. Estos temas y otros se debaten en el encuentro que se inició ayer y concluye hoy.
“Estamos debatiendo cómo será el retorno a clases. Si la proyección de casos Covid del Ministerio de Salud nos indica que para el 1 de febrero, cuando se inicien las labores escolares, el brote de la pandemia es controlado, volveremos a las aulas de forma semipresencial y a distancia”, dijo el secretario ejecutivo de la Confederación de Maestros Urbanos de Bolivia, Vladimir Laura.
El dirigente explicó que los maestros proponen que estas clases sean intercaladas por semanas. “Es decir que si el curso tiene 30 estudiantes, la mitad pasará una semana- cinco días- de clase y la otra mitad la semana siguiente”, dijo y aseguró que de esta manera no se aumentará la carga laboral para el maestro.
Con esta propuesta, los maestros descartan la sugerencia del ministro de Educación, Adrián Quelca, quien hace un poco más de un mes indicó que las clases serían semipresenciales, pero día por medio, vale decir que de 30 estudiantes de un aula, 15 acudirían lunes, miércoles y viernes y el otro grupo martes, jueves y sábado.
Laura aseguró que esa propuesta es inaceptable porque en ese caso, los maestros tendrían un día más de trabajo: los sábados. “No creo que nos aumenten el salario por esa carga horaria”, dijo el representante del sector, ayer en la inauguración del encuentro pedagógico. En esta actividad se analizan las nuevas políticas de educación para la gestión 2021.
Dijo que por eso los maestros proponen esta opción, pero aseguró que la mejor vía es que los estudiantes puedan pasar clases todos los días. “En el trabajo técnico pedagógico que hemos tenido como magisterio, realizamos una jerarquización de tres modalidades de trabajo”, aseguró e indicó que la primera es la presencial.
“Todos queremos volver a clases; sin embargo, si los informes del Ministerio de Salud y de lo COE (Comité Operativo de Emergencia) dicen que el incremento de casos de Covid es alto, optaremos por el plan B, que es de forma semipresencial ”, aseguró el representante del magisterio urbano en el encuentro.
El secretario ejecutivo del magisterio rural, Andrés Huayta, dijo que están de acuerdo con la modalidad semipresencial; también apoyan la aplicación de la forma presencial en las áreas alejadas. Este sector plantea además que la educación sea política del Estado; además, pide la revisión de la malla curricular y los protocolos de bioseguridad. “(Se debe definir cómo será) desde que el estudiante ingrese al colegio, al aula y al patio del colegio. Se debe establecer cómo trabajará la maestra en aula, cómo será la salida de los estudiantes”, explicó.
Laura aclaró que el Estado debe garantizar los materiales de bioseguridad en los establecimientos. “El recreo es parte de la actividad pedagógica, por eso no se puede suprimir, pero sí se puede reducir el tiempo o quizá salir a ese espacio por horarios”, sostuvo.
Como segunda propuesta, el dirigente dijo que si el brote de la pandemia es demasiado alto, entonces la educación será a distancia con el apoyo de los cuadernillos. El magisterio planteó que estos materiales se inserten en los temas dosificados y acordes al ritmo de aprendizaje de los estudiantes. Esa enseñanza podrá acompañarse por la herramienta virtual, la radio y la televisión.
La tercera propuesta se refiere a la modificación de la forma de calificación. Para este fin, el sector sugiere la aplicación de cambios al Reglamento de Evaluación para dar más valor cuantitativo al aprendizaje y la aplicación de conocimientos. “Eso debido a que con la educación a distancia o semipresencial será complicado calificar al estudiante con la actual forma de evaluación”, indicó.
Según el Reglamento de Evaluación, ahora, las calificaciones se realizan en cuatro dimensiones. La primera es el Ser, que valora las expresiones de actitudes, las prácticas de igualdad, unidad, inclusión y solidaridad, entre otros. Tiene un valor de 20 puntos.
La segunda es el Decidir, que valora la capacidad de tomar decisiones a partir de la realidad, la posición crítica sobre hechos sociales y las responsabilidades, entre otros. Vale 20 puntos. La tercera es el Saber, que califica lo aprendido y sus conocimientos. La cuarta es el Hacer y se valora cómo aplica sus conocimientos y el desarrollo de sus habilidades.
Laura dijo que con el criterio del magisterio “ahora las dimensiones del Saber y Hacer deben tener un valor de 45 puntos cada uno, es decir que entre ambos se pueda llegar a 90 puntos y el Ser y el Decidir, 10 puntos, entre ambos”. Con ello se suman los 100 puntos.
Página Siete