El negocio empieza en Iquique. Luego de seleccionar prendas las cargan a camiones que utilizan las mismas vías que los ‘chuteros’. La mayoría de la ropa usada llega a Oruro y se la distribuye a todo el país.
En Iquique las mafias de ropa usada tienen más libertad para enviar sus productos a Bolivia. Estas bandas crecen, se asentaron en el norte de Iquique y compiten con las de vehículos indocumentados. Son grandes y la mayoría son dominadas por grupos familiares. La Aduana Nacional realiza su trabajo y en cada operativo halla el ingreso de ropa usada.
Bolivia desde junio de 2006, a través del Decreto Supremo 28761, prohibió la importación de ropa usada. Sin embargo, a 16 años de la puesta en vigencia de esa normativa, sus resultados distan mucho de lo esperado: en 2022 ingresó por lo menos 10.000 toneladas de prendas de segunda mano, lo que provocó el cierre de más de 110.000 empresas y emprendimientos.
A Iquique la ropa usada llega por montones. El gerente de la Asociación de Usuarios de Zona Franca de Iquique, Darío Blanco Leiva, explicó a este medio que el negocio de la ropa usada es uno de los que más se mueve en ese sector. El empresario detalló que Chile es el principal importador de estas prendas en Sudamérica.
Igual que los chuteros
La ruta de la ropa usada es casi la misma de la de los autos chutos. Las prendas llegan en fardos y luego son descargadas en grandes galpones. De ahí los comerciantes bolivianos seleccionan y compran la mercadería. Un fardo de primera cuesta 200 bolivianos y ahí se encuentran ropas de marca que serán vendidas en Bolivia.
Luego, la ropa seleccionada se carga en un camión que transportará las prendas a la frontera con Bolivia. El traspaso se hace en Colchane y luego se utilizan vías ilegales para llegar a la ciudad de Oruro. Después, las prendas las distribuyen a todo el país.
En este negocio operan mafias familiares que trabajan en todo el país. Un grupo comanda las acciones en Iquique, otro en la frontera y otro en Oruro. La Aduana realiza operativos y solo en uno en La Paz en 2022 logró decomisar 50 toneladas. En Oruro combinan camiones de alimentos con prendas de segunda mano para su ingreso.
Fuente: El Deber