El Órgano Ejecutivo introdujo la retórica del supuesto “golpe de Estado” en la carta que envió a la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) con el fin de que se modifique la ley que sancionó el anterior Legislativo para proclamar presidente y vicepresidente a Luis Arce y David Choquehuanca, respectivamente.
En la misiva, enviada el 13 de noviembre, se señala que la última ley promulgada de ese tipo data del 20 de enero de 2015, a través de la cual se proclamó presidente a Evo Morales y vicepresidente a Álvaro García Linera por un periodo de cinco años.
“El periodo constitucional señalado anteriormente fue interrumpido por el golpe de Estado en contra de la democracia, perpetrado por políticos fascistas, que atemorizaron al pueblo boliviano”, se lee en el tercer párrafo de la carta dirigida al presidente de la ALP David Choquehuanca.
La tarde de ayer, en su segunda sesión ordinaria, la ALP por mayoría absoluta dio curso a la observación del Ejecutivo y modificó la norma que proclama a Arce y Choquehuanca.
La sanción de esa ley, no obstante, se dio 16 días después de que ambas autoridades juraran a sus puestos. En la carta del Ejecutivo se indica que tras el triunfo del MAS en los comicios, el 30 de octubre la ALP anterior sancionó la ley de proclamación, que establecía como fecha de toma de posesión el 8 de noviembre, pero que el gobierno de Añez no la promulgó.
Las bancadas de CC y Creemos rechazaron la apelación a la retórica del golpe de Estado y afirmaron que el año pasado en Bolivia ocurrió una sucesión constitucional ante la renuncia de Morales, de García y de toda la cadena de sucesión al mando del partido azul, con el objetivo de crear “un vacío de poder”.
En la sesión del pleno de la ALP de ayer, más de cinco legisladores expresaron su postura al respecto. El diputado de CC José Benavides fue el último en tomar la palabra. El legislador sostuvo que la teoría del golpe es insostenible porque el MAS cogobernó con Añez, y que por tanto debatir aquello “es extemporáneo y ocioso, y se debería rechazar y declarar suficiente discusión”.
La sugerencia fue tomada en cuenta por Choquehuanca, quien preguntó al pleno si estaba de acuerdo con la “suficiente discusión”, la mayoría azul dijo que sí. Luego sancionaron la norma con las observaciones planteadas por el Ejecutivo y dieron fin a la sesión que duró menos de dos horas, en medio de la protesta de legisladores opositores que ya no pudieron participar en el debate.
Fuera del pleno, en rueda de prensa, Carlos Mesa, junto a legisladores de CC, declaró que nuevamente el MAS impuso su rodillo parlamentario. El líder de la alianza naranja rechazó la figura de “golpe de Estado”. Aseguró que el MAS quiere imponer esa idea. Sostuvo que Morales a tiempo de renunciar junto con García, “obligó” también a dimitir a los presidentes de ambas cámaras y al primer vicepresidente del Senado para tratar de evitar una sucesión constitucional.
“Afortunadamente, el Tribunal Constitucional en noviembre de 2019 marca la legitimidad incuestionable de la llegada a la presidencia de la segunda vicepresidenta del Senado. No hubo golpe de Estado, el gobierno de la señora Añez es constitucional”, afirmó Mesa.
En tanto, el senador Zvonko Matkovic, de Creemos, dijo que “todos los actos que ha realizado (Luis Arce) sin (antes) haber sido promulgada la ley están viciados de manera absoluta”. Entre ellos citó la posesión de los altos mandos militar y policial, además de la posesión de Diego Pary como embajador ante la ONU.
Tras salir de la sesión, Choquehuanca afirmó a la prensa que lo único que se hizo fue aprobar la ley de Presidente y Vicepresidente, ya que “por razones desconocidas” el anterior Gobierno y Legislativo no lo hicieron. “La discusión no es si hubo golpe, si hubo fraude. No. La discusión era la ley, hoy día”, aseguró.
El MAS insistió en que sí hubo un “golpe” y que tanto CC como Creemos serían los “cómplices”, y que por eso defienden al gobierno de Añez. La bancada de CC sostuvo que si el Ejecutivo no hubiera puesto en su carta ese párrafo, en el que habla de “golpe de Estado” no habría ningún problema en apoyar la aprobación de la norma, pero la imposición de esos conceptos obliga a debatir sobre los sucesos de 2019.
Página Siete