El mandatario boliviano expresó preocupación por los “duros embates” que sufren gobiernos de izquierda.
En la VII Cumbre de Jefes y Jefas de Estado de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que se realiza este martes en Buenos Aires, Argentina, el presidente Luis Arce habló durante su intervención de las movilizaciones en Santa Cruz que hubo por la aprehensión del gobernador Luis Fernando Camacho y llamó a condenar la violencia en la región.
“En Bolivia estamos muy preocupados, estamos viviendo tiempos en los que lastimosamente los gobiernos progresistas, izquierdistas enfrentamos los duros embates por parte de sectores que sólo piensan en sus propios intereses antes que su pueblo, por ello arremeten contra la democracia y sus instituciones a través de actos violentos como los ya señalados en Brasilia o como los ocurridos en Bolivia en 2019 y que terminaron con un golpe de Estado”, señaló Arce.
Continuó y dijo que en la actualidad, en el país se ve resurgir “manifestaciones violentas” como las que recientemente culminaron con la quema de instituciones públicas en Santa Cruz e incluso se registraron “torturas físicas” a trabajadores de instituciones públicas.
Dijo que la movilización no tuvo nada de pacífica ni el “menor respeto” por instituciones que están al servicio del pueblo boliviano ni de los propios trabajadores del sector público que tienen los mismos derechos que cualquier ciudadano.
“Estamos preocupados porque este tipo de acciones de racismo y amenazas, impulsadas por grupos oligárquicos y fuerzas políticas altamente conservadores que sólo pretenden desestabilizar gobiernos democráticamente electos, pretendiendo ganar con estas acciones, lo que no ganaron en las justas electorales que son la base de un sistema democrático”, afirmó.
También hizo mención de los recientes hechos registrados en Brasilia, Brasil, que son expresiones antidemocráticas, por tanto, América Latina no puede permitir una “nueva versión, monroista y mercantilista” con mecanismos para lograr por la fuerza el control territorial de la derrota del que consideran su enemigo.
“No podemos permitir que con los Gobiernos y Estados latinoamericanos y caribeños se pretenda tomar por la fuerza, lo que no se ha ganado en las urnas. En este sentido, acudiendo a los valores y principios comunes que impulsaron la constitución de la Celac, solicitamos que este conclave latinoamericano y caribeño se transforme en una sola voz para condenar de la manera más firme y enérgica todos estos actos de violencia, torturas, destrucción de las instituciones y desestabilización, que amenazan a los países de nuestra región, a sus sistemas políticos y a la convivencia pacífica”, demandó Arce.
Fuente: Página Siete
