Con la arenga de “¿Quién se rinde? ¡Nadie se rinde! ¿quién se cansa? ¡Nadie se cansa!”, la gente salió este viernes a las calles en Santa Cruz, Cochabamba y La Paz, denunciando un presunto fraude electoral el 18 de octubre, incitando a que se plegue a las protestas un mayor número de personas y alentando a la Policía y Fuerzas Armadas a reaccionar. Hubo gasificación en Cochabamba.
En la ciudad de Santa Cruz, la jornada de este viernes comenzó con bloqueos en algunos barrios de la ciudad, exigiendo al Comité pro Santa Cruz que llame a una Asamblea de la Cruceñidad, para definir medidas de presión y detener la virtual posesión del presidente electo, Luis Arce y el Vicepresidente electo, David Choquehuanca.
También se cuestiona la modificación de los reglamentos de las cámaras de Diputados y Senadores, sobre el uso de los dos tercios para la aprobación de temas legislativos.
Con la misma protesta, en Cochabamba también se movilizaron decenas de personas con banderas bolivianas. Se apostaron frente a la Unidad Táctica de Operaciones Policiales, donde oraron por el país y realizaron una vigilia pidiendo que la Policía se les una.
Sin embargo, un grupo de personas que intentó abrir por la fuerza las puertas de la entidad policial, fue gasificado por los mismos uniformados. El año pasado, en el mismo lugar, se había dado la primera voz de motín policial, con la que sobrevino la renuncia del entonces presidente Evo Morales.
Los periodistas que se encontraban cubriendo la vigilia lamentaron que las plataformas ciudadanas y la Resistencia Juvenil Cochala (RJC), que pedían un nuevo motín policial, no les dejaran trabajar, impidiendo que capturen imágenes del acto.
En la Sede de Gobierno, las plataformas ciudadanas marcharon por diversas zonas de la ciudad. En la mañana, lo hicieron en la plaza Murillo. Por la tarde y noche grupos no tan masivos de personas, recorrieron el Prado, la zona de Sopocachi y San Jorge.
“Somos partes de las agrupaciones ciudadanas de La Paz, plataformas de resistencia, ciudadanía de a pie. No podemos aceptar estas elecciones porque han sido nuevamente fraudulentas. Tenemos pruebas de un fraude cibernético”, explicó uno de los marchistas.
En las redes sociales, voces anónimas impulsaban a la gente a salir de inmediato de sus casas para protestar masivamente, como el año pasado, antes de la posesión de los nuevos gobernantes electos.
El Deber