Este viernes se cumple una semana de la toma de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia y Amparo Carvajal asegura que mantendrá su vigilia.
El edificio central de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB), ubicado en la ciudad de La Paz, continúa tomado desde hace una semana por un grupo de personas que respalda a Edgar Salazar, quien se disputa la presidencia de dicha institución con Amparo Carvajal.
Al justificar la toma de la APDHB, Salazar dijo en una conferencia de prensa que “esta recuperación de nuestros ambientes es gracias al apoyo de organizaciones afines a la defensa de los derechos humanos, movimientos populares y familiares de las víctimas de Senkata y Sacaba”.
Sin embargo, este viernes, un sector de las víctimas de Senkata (mediante un voto resolutivo firmado por Jorge Mayta, Alison Ramírez y Marcelina Calle) salió a “rechazar y repudiar la gran mentira” de que hubiera apoyado la toma de la casa de los derechos humanos.
“Advertimos que utilizaremos los instrumentos constitucionales para hacer respetar nuestro nombre y dignidad. (También) declaramos personas no gratas a esas personas que utilizaron nuestros nombres por mentirosas”, señala parte del mencionado voto resolutivo.
Este sector asegura que no apoya ni a una ni a la otra parte en disputa por la presidencia de la APDHB porque considera que es “un problema interno de quien quiere ser dueño de esa casa”.
No obstante, Gloria Quisbert, quien es representante de otro sector de las víctimas de Senkata, dijo a El Deber que ese documento fue emitido por el grupo del activista David Inca y que él no puede hablar a nombre de todas las víctimas.
“Mi persona representa a una asociación también de víctimas de la masacre de Senkata y ese comunicado no va en representación de todas las víctimas, solo es del sector del señor Inca”, señaló Quisbert al confirmar que su sector sí participó de la toma de la APDHB.
“Nosotros lo que buscamos es justicia y lo que pasó el viernes (de la semana pasada) es que se ingresó, fuimos en apoyo, porque en 2019 (…) Amparo Carvajal (…) en ningún momento se ha pronunciado por las graves vulneraciones a los derechos humanos que hubo en Bolivia, en ningún momento a nosotros nos ha coadyuvado y sí hemos tenido el apoyo de quien ahora es presidente, (es decir) Edgar Salazar”, añadió.
Vigilia
Entretanto, Carvajal mantiene su vigilia en la puerta trasera de la APDHB acompañada de varios otros activistas de derechos humanos y anuncia que seguirá en la misma medida para recuperar las oficinas de la Asamblea.
Me voy a quedar, “hasta el lunes (cuando se tratará) la demanda que puse y fue aceptada; en este país estoy 53 años trabajando y hasta en tiempos de dictadura, cuando no había justicia, me iba mejor”, dijo.
Fuente: El Deber