El Padrón Electoral fue presentado en cumplimiento del calendario electoral y después de un intenso trabajo de saneamiento que inició en diciembre de 2019, cuando asumió funciones la nueva Sala Plena del TSE.
El saneamiento del padrón tuvo diferentes objetivos y acciones concretas:
Garantizar la participación de nuevos votantes que cumplirán 18 años hasta el día de la votación.
La inhabilitación de ciudadanos que, estando en territorio boliviano, no participaron en el referendo Constitucional de 2016 ni en las Elecciones Judiciales de 2017. En el caso de residentes en el exterior se tomó en cuenta a aquellos que no votaron la Elección General de 2014 y en el Referendo de 2016. Asímismo, se dio oportunidad al ciudadano inhabilitado para que presente su reclamo y solicite su rehabilitación por correo electrónico, plataforma digital o trámite presencial en las oficinas del SERECI.
La depuración de personas fallecidas tomó como fuente primaria los registros de defunciones ante el Registro Civil, y, como fuentes secundarias, los SEDES departamentales, SENASIR, APS y cementerios, entre otros. Asimismo, se habilitó la posibilidad de declaraciones juradas de familiares de difuntos en casos de fallecimientos que no hayan sido legalmente registrados por efecto de restricciones de la crisis sanitaria. Adicionalmente, la Sala Plena del TSE permitió el registro de defunciones fuera de plazo durante la pandemia de la COVID-19.
La actualización del domicilio de bolivianos que retornaron al país durante la pandemia y aquellos que se trasladaron de un Departamento a otro.
Entre los logros estratégicos más relevantes para el saneamiento del padrón se tiene:
Cambios en la reglamentación y en los procedimientos de actualización del Padrón Electoral Biométrico.
Políticas de inclusión de jóvenes de 18 años, habiéndose coordinado el empadronamiento a bachilleres y conscriptos a nivel nacional, además de haber desconcentrado el servicio de empadronamiento permanente tanto en el área urbana como rural del país. Asimismo, el registro permite la autoidentificación de la pertenencia a un pueblo indígena u originario.
Políticas de participación y transparencia, habiéndose instalado, a nivel nacional, laboratorios de verificación de integridad del padrón electoral en un espacio controlado que permite el resguardo de la privacidad de datos de los ciudadanos
Verificación de oficio y contrastación de base de datos. Se verificó que el 100% de las huellas que existen en el padrón electoral son huellas vivas, eliminando toda posibilidad de registros fantasmas. Se cruzó la base de datos del padrón electoral con el Registro Civil verificando que el 100% de los inscritos cuentan con un certificado de nacimiento boliviano
Asimismo, el TSE destaca que, en 2017, se llevó a cabo una auditoria completa del Padrón Electoral Biométrico, a cargo de la Organización de estados Americanos (OEA). El trabajo concluyó que el registro de votantes tiene altos niveles de consistencia y seguridad.
La auditoría de la OEA hizo las siguientes recomendaciones: acompañamiento de organizaciones políticas en el proceso de conformación del padrón electoral; mantener actualizada la plataforma tecnológica; mejorar prácticas ciudadanas y los mecanismos de inclusión y accesibilidad para el empadronamiento, tomando en cuenta la auto identificación de los pueblos indígenas al momento del registro y, fortalecer lazos institucionales e intercambio de información con el SEGIP.
Por otro lado, el equipo auditor detectó la existencia de 48.749 casos de ciudadanos que –a pesar de ser personas distintas- compartían un mismo número de cédula de identidad. Al respecto, se solicitó al SEGIP que, en el marco de sus responsabilidades y competencias, proceda a la asignación de un número complementario.
Gracias al trabajo realizado y medidas adoptadas, se logró una disminución sustancial de los casos observados: de 48.749 casos detectados en 2017 a tan solo 1.342 en 2020, lo que constituye el 0,018% de personas habilitadas para votar en el padrón electoral 2020.
Después de 10 meses de trabajo intenso y silencioso, con transparencia y apertura a organizaciones políticas, académicas y ciudadano en general, el TSE entrega al país un Padrón Electoral Biométrico seguro y confiable.