Áñez envía una carta a Bolsonaro y le pide aclarar que nunca se reunieron personalmente

Foto: Manuel Claure / Reuters

La expresidenta ratifica que solo tuvo conversaciones virtuales con el mandatario brasileño. La Fiscalía abrió una investigación de supuestos vuelos de la nave presidencial a la vecina nación.

La expresidenta interina Jeanine Áñez le envió este lunes una carta al mandatario de Brasil, Jair Bolsonaro, para solicitarle un “pronunciamiento claro y sincero, en aras de la verdad” que descarte que en algún momento tuvieran una reunión personal.

En el escrito, la exautoridad nacional, detenida en una cárcel de La Paz, recalca que solo coincidió virtualmente con el mandamás de la vecina nación, y no físicamente, como denuncian autoridades del Gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS).

“Me permito informarle que, aquí, autoridades pretenden posicionar un discurso, señalando que en Bolivia se perpetró un ‘golpe de Estado’, y que el mismo contó con el apoyo de su Gobierno y de usted”, explica la misiva.

Sostiene que funcionarios del oficialismo afirman que ella se reunió con Bolsonaro, descartando aquello, debido a que solo participaron a distancia de la Cumbre del Mercosur en julio de 2020, “cuando ambos padecimos del Covid-19”, continúa la carta.

“Hago fe, que pueda manifestarse sobre este mi pedido en tiempo oportuno. Hoy, esta mujer y ciudadana demócrata boliviana necesita de su verdad, para de una vez terminar con toda esta canallada sufrida”, concluye la carta.

La pasada semana el periódico argentino Página 12 informó que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, reveló que se reunió con Áñez, aunque no precisó cuándo ni dónde. También dio cuenta de vuelos del avión presidencial FAB-001 a Brasil, principalmente, a Brasilia, sede del gobierno brasileño, incluso horas antes de que Áñez tome el poder.

Al respecto, la Fiscalía investiga la denuncia de vuelos del avión presidencial entre ambas naciones y se espera un informe de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).

Por Jesus Alanoca

Fuente: El Deber

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