La Cancillería confirmó que EEUU solicitó su extradición por tráfico de drogas. El MAS rechaza la entrega de quien fue jefe antidroga de Evo Morales.
El Departamento de Estado de Estados Unidos (EEUU) ofreció una recompensa de hasta cinco millones de dólares por información que conduzca a la condena en un tribunal de Nueva York para el coronel Maximiliano Dávila, vinculado a una organización criminal que traficaba droga y armas, entre julio de 2019 y septiembre de 2020.
“Dávila es el exdirector de la Fuerza Especial de Lucha contra el Narcotráfico o Felcn. Durante su período de funciones como director de la Felcn, se cree que Dávila usó su posición para proteger aeronaves utilizadas para transportar cocaína a través de terceros países para su distribución en EEUU. Además, tanto antes como durante el desempeño de sus funciones como director de la Felcn, Dávila presuntamente estuvo involucrado en actividades de narcotráfico y lavado de dinero”, refiere el comunicado de prensa del Departamento de Estado de EEUU.
Se ofreció esa recompensa con base en el Programa de Recompensas Antinarcóticos (NRP, por su sigla en inglés) del Departamento de Estado, a través del cual llevó a más de 75 criminales transnacionales y grandes narcotraficantes ante la justicia.
El organismo norteamericano presume que Dávila operó en esos ilícitos cuando era director de la Felcn, en el gobierno de Evo Morales. Fue posesionado por Felipe Cáceres, viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, en 2019.
Según la investigación de la Administración de Control de Drogas (DEA), Dávila ofreció aeropuertos y protección a una organización que transportaba droga desde Bolivia a EEUU. Existen grabaciones de las reuniones que sostuvo el exjefe antidroga con narcotraficantes. Por ese hecho, la Corte del Distrito Sur de Nueva York abrió un proceso contra los involucrados.
“El 20 de septiembre de 2020, Dávila y cómplices fueron acusados por un gran jurado federal en el Distrito Sur de Nueva York. La acusación presenta cargos contra Dávila por confabular para la importación de cocaína desde (Bolivia) y confabular para utilizar o portar ametralladoras durante y en relación con la confabulación para cometer un delito de narcotráfico, y de poseer ametralladoras para llevar a cabo dicha confabulación”, señala el comunicado.
El exdirector de la Felcn fue vinculado a la organización criminal liderada por Jorge Roca Suárez, Techo de Paja, y de la que también es parte Omar Rojas Echeverría, exmayor de la Policía. Rojas fue detenido el 9 de marzo en Colombia, igual que Techo de Paja en Perú, ambos con fines de extradición.
De acuerdo con la DEA, Dávila y Rojas “utilizaron sus cargos oficiales y conexiones para obtener acceso a aeródromos bolivianos con el fin de facilitar los cargamentos de cocaína”.
Además, “los acusados (del caso) describieron sus extensas experiencias de narcotráfico y sus conexiones con los más altos niveles del Gobierno boliviano”, señala el informe de la DEA.
Reacciones
Leonardo Loza, senador del MAS, dijo que es “es una burla” el ofrecimiento de recompensa de EEUU y otro intento de injerencia del país del norte.
“No creo que el Departamento de Estados Unidos sea un matadero (para) chantajear con plata. Yo creo que tienen toda la información; por algo pues son Estados Unidos, tienen sus dependencias que investigan, que nos investigan afuera y dentro de nuestro país”, indicó.
Por su parte, el presidente del Senado, Andrónico Rodríguez (MAS), reiteró que no corresponde la extradición de Dávila a Estados Unidos.
“Éste es un tema más estructural (la lucha contra el narcotráfico) que deben discutir los gobiernos de todos los países; por tanto creemos que no corresponde extraditar (a Dávila) y (la investigación) se debe resolver y sancionar con las leyes bolivianas”, dijo.
En cambio, el exfiscal Joadel Bravo y el abogado Jorge Santistevan sospechan que no se quiere entregar a Dávila porque se pretende esconder sus nexos en la Policía y los vínculos que tendría con altas esferas del Gobierno.
“Pareciera que él (Dávila) solito compraba la droga, la cargaba, la llevaba a los aeropuertos que ofrecía”, refirió Bravo, cuestionando por qué no hubo una purga al interior de la Policía.
“¿No se dan cuenta de las consecuencias que acarrearía el empañar y encubrir a los implicados?”, se preguntó Santistevan.
Además, indicaron que no se sabe nada de los casos abiertos en Bolivia contra el exjefe antidroga, una por legitimación de ganancias y otro por narcotráfico, que los sigue la Fiscalía.
En el MAS no hay consenso sobre la extradición
El canciller Rogelio Mayta confirmó ayer que Estados Unidos ha solicitado de manera formal la detención preventiva con fines de extradición de Maximiliano Dávila, exjefe de la fuerza antidrogas del gobierno de Evo Morales.
“Nos ha llegado desde los EEUU una solicitud de detención preventiva con fines de extradición del ciudadano boliviano Maximiliano Dávila Pérez”, informó el jefe de la diplomacia boliviana. Precisó que la Cancillería no es un “ente decisor” y que la decisión final está en manos del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que radica en Sucre.
No obstante, el presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, dijo que no corresponde la extradición de Dávila y que se lo debe sancionar bajo leyes bolivianas.
El Canciller boliviano puntualizó que para este trámite hay dos caminos: el primero, es revisar los requisitos y en caso de hallar observaciones puede devolver el trámite a Estados Unidos. Si no halla observaciones, lo que corresponde es enviar el legajo al TSJ.
Por su parte, el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, dijo que no conoce de ninguna solicitud oficial de extradición y ratificó que envió una nota a la Cancillería para que se pida información a la DEA sobre nexos de Dávila. “Cuando lo hemos manifestado hace un par de semanas, hemos enviado la nota correspondiente a la Cancillería”, afirmó ayer el ministro, pese a que día antes la Cancillería negó que haya alguna solicitud en curso.
Por Luis Callisaya / La Paz
Fuente: Página Siete