Arce hizo lo mismo que su antecesora Jeanine Áñez, luego de pronunciamientos de las organizaciones sociales que lo respaldan. El oficialismo reactivó el argumento de la ‘megacoalición’ para descalificar a sus adversarios políticos, incluidos a los del MAS.
Eduardo Del Castillo perdió la confianza de la Asamblea Legislativa por una censura activada el martes por 101 votos frente a 42. Por eso, el presidente Luis Arce lo destituyó ayer para cumplir con la formalidad constitucional y, casi de inmediato, lo restituyó como ministro de Gobierno. El operativo legal fue parecido al que aplicó en 2020 la presidenta Jeanine Áñez, cuando repuso a sus ministros Arturo Murillo y Luis Fernando López, quienes reprobaron en sus respectivas interpelaciones.
En esta oportunidad, la decisión del mandatario fue celebrada por decenas de funcionarios públicos, la mayoría de la cartera de Gobierno, pero también dirigentes que tomaron partido por Arce.
De hecho, antes de la nueva juramentación y durante casi todo el día, representantes de organizaciones y legisladores que apoyan a Luis Arce salieron en picada en contra de lo que denominaron “la nueva megacoalición”, un término que usaron para descalificar a las bancadas de Comunidad Ciudadana (CC) y Creemos, además de la que apoya el retorno de Evo Morales al poder.
Los protagonistas de estos sucesos y especialistas en el análisis político alertaron que de esta manera el jefe de Estado rompió con el llamado ‘evismo’, dejando al MAS en una situación irreconciliable. El mismo ministro de Obras Públicas, Édgar Montaño, afirmó que sus compañeros “cruzaron ríos de sangre”, una frase que se hizo popular en 1989 cuando Jaime Paz Zamora, el líder del Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR) pactó para llegar a la Presidencia con Hugo Bánzer, el militar que lo había perseguido durante su dictadura (1971-1977). El general luego fundó Acción Democrática Nacionalista (ADN).
De vuelta a las tensiones del presente, el presidente Arce explicó anoche, durante el acto de reposición de su ministro de Gobierno, que se apegó plenamente a lo dice la Constitución porque emitió el decreto 4974 con el que lo cesó de sus funciones. Pero, dijo también que hubo un masivo respaldo de las organizaciones sociales y que por esa razón decidió restituirlo, precisamente, con el siguiente decreto, el 4975.
La Gaceta Oficial de Bolivia subió a su sistema digital ambas normativas presidenciales con un intervalo de apenas 45 minutos.
“Hemos escuchado al pueblo boliviano, lo hemos dicho y no solamente es una mención, no solamente las organizaciones que están acá presentes, sino que a través de nuestro viceministerio de Coordinación con Movimientos Sociales hemos estado en contacto con muchas organizaciones, las cuales mayoritariamente y de manera contundente han apoyado al compañero Eduardo Del Castillo”, justificó el presidente.
El mandatario también dijo que el portafolio de Gobierno tiene muchas tareas pendientes. Para otorgar legitimidad a esta posesión, el Gobierno desplegó a funcionarios dentro y fuera de la Casa Grande del Pueblo, además de otras ciudades del eje del país desde donde saludaron la restitución de Del Castillo. Para este viernes se ha previsto una movilización en su favor en el Parque Urbano de Santa Cruz de la Sierra, según fuentes de la Policía Boliviana que resguardará la manifestación.
En La Paz, este tipo de movilizaciones comenzaron ayer y llegaron hasta la plaza Murillo, el centro del poder político del país donde está la Asamblea Legislativa y la Casa Grande del Pueblo. Generalmente este sitio es uno de los más custodiados y la Policía impide cualquier tipo de protesta.
La Confederación de Comunidades Interculturales de Bolivia llevó a sus bases hasta el frontis del antiguo Parlamento con arengas e insultos contra los legisladores que censuraron a Del Castillo. El dirigente de este sector llamó allí a sus bases a expulsar con violencia los que consideró “traidores”, esto en alusión a los ‘evistas’.
“No estamos dispuestos a seguir tolerando intereses personales. Este instrumento no se debe a una persona, este instrumento se debe a las bases sociales y todos nosotros hemos decidido que Lucho (Arce) y David (Choquehuanca) manejen esta patria. Exhortamos a esos diputados vende patria, tránsfugas de mierda, reponer su actitud”, señaló el dirigente Alavi.
Horas más tarde, Del Castillo, ya repuesto en el cargo, también apuntó a la facción evista del MAS. “Hoy, le guste a quien le guste, el conductor de la revolución es el presidente Luis Arce y él está cumpliendo”, afirmó la autoridad.
“La división de asambleístas no llega al pueblo, porque no permite que intereses particulares, de una persona, acaben con sus sueños. No nos vamos a detener porque así lo desee una ‘megacoalición’ o de una persona que desea regresar al poder traicionando al pueblo. El MAS no es una persona, es el pueblo”, dijo la autoridad desde el atril de la Casa del Pueblo, siguiendo el eje discursivo de ruptura con el expresidente Morales.
“Que el digno pueblo boliviano juzgue. Hago responsable al ministro censurado y ratificado inconstitucional e ilegítimamente de cualquier atentado contra mi vida o integridad física. La militancia del MAS es testigo de las amenazas, mentiras y ataques en nuestra contra. Sólo faltó que Del Castillo muestre las esposas como hacía Arturo Murillo. El MAS nunca claudicará en su lucha contra la corrupción y protección al narcotráfico. Como en tiempos neoliberales, la derecha busca atentar contra el instrumento político del pueblo”, respondió Morales.
El diputado Héctor Arce, uno de los más cercanos a Evo Morales, mencionó que Luis Arce ya vulneró la Constitución y que por ello puede ser juzgado. También dijo que si no está de acuerdo con lo que establece la Carta Magna “que proponga una asamblea constituyente y convierta el sistema de gobierno democrático en un sistema de gobierno monárquico y que cierren Legislativo”.
La atribución decimoctava de la Asamblea Legislativa, estipulada en el Artículo 158 de la Constitución, le da la facultad de censurar a ministros de Estado y señala que, como efecto de esta decisión, es la “destitución”. El apartado no precisa plazos ni condiciones.
Con esta base legal, Áñez repuso en sus cargos a Murillo y López. Sucedió entre marzo y abril de 2020. Para septiembre de ese año, Eva Copa, como presidenta del Senado, sancionó primero y luego promulgó la Ley 1530 con la reglamentó los efectos de la censura. La norma otorgó “un plazo máximo de veinticuatro (24) horas” para la destitución del ministro censurado.
También prohibió que la autoridad reprobada vuelva a cualquier otro cargo del Ejecutivo, además de sanciones penales por el incumplimiento de estos procedimientos legales. Esta ley fue impugnada en 2022 por el diputado Rolando Cuéllar, uno de los portavoces políticos de la facción que defiende a Luis Arce.
El Tribunal Constitucional (TCP) aceptó la demanda y el 5 de abril optó por anularla. El presidente Arce tardó menos de 15 días en proyectar una norma parecida. El proyecto obliga la destitución y prohíbe la restitución de la autoridad censurada, preserva los derechos de los funcionarios, elimina la amenaza penal por incumplimiento y “precautela la necesidad de reformular” la política pública observada por el Legislativa.
Esta propuesta está durmiendo en la Cámara de Diputados y hasta ayer no había sido puesta a consideración de la comisión respectiva, dijo el diputado Carlos Alarcón (CC), quien es constitucionalista.
“Bolivia transita por la desinstitucionalización. El TCP estableció en su fundamento del fallo 020/2023 que un ministro censurado no puede acceder en forma inmediata al mismo cargo. El presidente Arce reconoció su obligación constitucional mediante un proyecto de ley que envió a la Asamblea Legislativa. ¿Cómo confiar en los gobernantes que no cumplen siquiera sus propios actos y sus escritos?”, dijo el constitucionalista José Luis Santistevan.
Entre tanto, Del Castillo salió en hombros del Palacio Quemado. Funcionarios públicos atiborraron el sitio con pancartas más contra los ‘evistas’ que contra los opositores. “Son ellos los que tienen un plan negro. Los traidores son ustedes, se aliaron con nuestros verdugos, con quienes mataron a más de 30 de nuestros hermanos. Ustedes son los que tienen un plan negro”, espetó.
“Aquel señor que vimos ingresar al Palacio el año 2005 ganando con más del 50% de votos, con una mochila llena de esperanzas, hoy, lamentablemente es un hombre totalmente cambiado, duele que día a día digan que no somos militantes del MAS”, remarcó y reclamó su espacio en ese partido.
Fuente: El Deber