Un simulacro electoral constató que el temor al contagio podría aumentar el índice de abstención en las próximas Elecciones Generales y, en base a la observación directa, concluyó que es necesario extremar las medidas de bioseguridad para el día de la votación e implementar una campaña de información sostenida para garantizar su cumplimiento.
Sandra Verduguez, experta en integridad electoral, explicó a Erbol que la Ruta de la Democracia realizó el simulacro para detectar potenciales riesgos durante la jornada de votación y formular recomendaciones al Órgano Electoral para minimizarlos.
“No desparecerán los riesgos hacia octubre, pero hay que buscar la forma de enfrentarlos y buscar soluciones, no podemos dejar de hacer democracia mientras esté el coronavirus”, dijo.
Detalló que para el simulacro se inscribieron 12 voluntarios, pero sólo asistieron seis, cuatro se excusaron por temor al contagio y dos no confirmaron su presencia y “este no es un detalle menor, constituye una alerta sobre el riesgo de abstención electoral”, puntualizó.
Dijo que el simulacro permitió proyectar una serie de dificultades durante el día de la votación “por lo que se formularon recomendaciones que el Tribunal Supremo Electoral debiera tomar en cuenta en materia de bioseguridad y, simultáneamente, impulsar una campaña sostenida de información sobre la conducta que deben observar tanto los jurados electorales como los votantes durante toda la jornada”.
Informó que el simulacro tuvo el objetivo de verificar si las medidas de bioseguridad pueden ser aplicadas sin dificultad y se constató que es necesario ajustar detalles relativos al “uso adecuado del barbijo, la desinfección de manos, el manejo de las papeletas, el respeto de la distancia social, y otras, tanto por los jurados como por los votantes”.
Verduguez añadió que “son tantos detalles y tan importantes que hay que extremar medidas para ajustarlos porque pueden llevar más tiempo del que se piensa y podría resultar insuficiente la postergación de las elecciones para el 18 de octubre”.
Insistió que el Tribunal Supremo Electoral “debería estar atento a cómo asistirá la gente a votar, podría ir sin barbijo porque no tiene recursos y tendría que proveerlo, no se puede impedir el voto por no tener un barbijo, así como da bolígrafo para votar tendrá que dar un barbijo útil”.
Asimismo, dijo que el simulacro permitió constatar que si la papeleta es más pequeña, es más manejable, que el uso de guantes puede ser un factor de protección pero también de riesgo, que el jurado a cargo de las papeletas estaría más expuesto a contagio, que hay que controlar el orden y la distancia en la fila de votantes, que cada recinto debe tener la señalética adecuada para facilitar el acceso a la mesa de sufragio, y que los votantes deben tener certeza de cual es su mesa de votación, que es importante no provocar aglomeraciones, por tanto, no se debe asistir con niños ni en familia.
Son muchos los detalles, puntualizó Verduguez, “los riesgos identificados no son los únicos, hay muchas otras situaciones que no alcanzamos a ver, tenemos que ir pensando, verificando y realizando los ajustes”.
Insistió que el propósito es prepararse para llegar al día de las elecciones con la certeza de que “la gente podrá ir a votar sin arriesgar su vida”.
Erbol.