Mesa acuña ‘autogolpe siniestro’ de Morales y Áñez pide juicio al líder del MAS

Los expresidentes Carlos Mesa y Jeanine Áñez. Foto: ABI

Jeanine Áñez, “ante la confesión de diputados masistas de la estrategia de autogolpe planificada e instruida por Evo Morales en 2019”, exigió su libertad y juicio al líder del MAS.

Carlos Mesa y Jeanine Áñez se valieron de declaraciones de dos diputados del Movimiento Al Socialismo (MAS) para respectivamente afirmar que en 2019 hubo un “autogolpe siniestro” y pedir juicio a Evo Morales.

El martes, los diputados Andrés Flores, jefe de bancada del MAS, y Deisy Choque dijeron que en la crisis poselectoral de entonces Morales “instruyó” a la Central Obrera Boliviana (COB) y al Pacto de Unidad pedir su renuncia.

“Por afirmación de asambleístas del MAS, después de su fraude Evo Morales obligó a la línea de sucesión a renunciar, y a sus parlamentarios y afines a pedir su propia renuncia para inventarse un falso golpe”, escribió en su cuenta de Twitter el líder opositor.

“La evidencia de este autogolpe siniestro es además prueba para detener la vil persecución política”, complementó el jefe de Comunidad Ciudadana (CC), candidato presidencial en las elecciones fallidas del 20 de octubre de 2019.

Entretanto, Áñez, “ante la confesión de diputados masistas de la estrategia de autogolpe planificada e instruida por Evo Morales en 2019”, exigió su libertad y juicio al líder del MAS. Afirmó que Morales debe ser procesado “por terrorismo de Estado y traición a la Patria”.

No solo Mesa y Áñez se manifestaron respecto de las declaraciones de Flores y Choque, también el expresidente Jorge Quiroga, que en la crisis poselectoral de 2019 también fue protagonista. “Evo mandó a COB y aliados pedirle su renuncia el 2019, para irse y asilarse después de su fraude. También a Kaliman-FFAA (sic)”, escribió en sus redes sociales.

“Miren y recuerden cómo renunció. No fue golpe, fue fraude y cobardía. Liberen a presos políticos, detenidos con tramoya para tapar a este sinvergüenza”, complementó.

En coincidencia con la sugerencia de renuncia presidencial del Alto Mando de las Fuerzas Armadas y la adhesión del entonces comandante de la Policía Boliviana, Yuri Calderón, el secretario ejecutivo de la COB, Juan Carlos Huarachi, dio la estocada crucial a Morales.

“Le pedimos al Presidente que reflexione en ese pedido que tiene el pueblo boliviano, si es por el bien del país, si es por la salud el país, que renuncie nuestro Presidente”, dijo entonces el dirigente en conferencia de prensa.

En entrevista con La Razón Radio este miércoles, Choque se ratificó en sus declaraciones, aunque dijo que Morales pudo actuar así por “desesperación”.

Consultada sobre cómo cuenta con esa versión, la diputada del ala arcista del MAS admitió que entonces no presenció las reuniones de Morales y la COB, pero que más de una persona le contó los hechos.

Sus declaraciones contradicen a la versión de Morales sobre el caso. En su libro Volveremos y seremos millones (Planeta, 2020), el exmandatario lamenta la petición de Huarachi y cuenta que intentó hablar sin éxito con éste.

Coincidía “con las Fuerzas Armadas, con la Policía y la derecha fascista, racista”, cuestiona.

Morales cuenta que luego intentó comunicarse con Huarachi. “No me contestó”, dice.
Entonces tuvo que hablar con otro dirigente, que no menciona, “pero no se quiso comunicar”.

“¿Cómo es esto de renuncia?”, digo, según cita.

“Entonces se quedó callado”. “¿Es decisión orgánica a institucional, su comité podía aprobar?”, dice que insistió.

Morales renunció a las 16.52 del domingo 10 de noviembre de 2019 en Chimoré, adonde se había trasladado con los entonces vicepresidente Álvaro García y ministra de Salud, Gabriela Montaño.

Su decisión sucedió a la ola de protestas desatadas tras las elecciones del 20 de octubre que Mesa consideró un “fraude monumental”. Un motín policial y la irrupción del entonces presidente del Comité pro Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, ahondaron la crisis.

Dos días después, asilados Morales y García en México, la senadora Jeanine Áñez tomó la presidencia de la Cámara de Senadores y luego la titularidad de la sucesión presidencial en la Asamblea Legislativa. Lo hizo en sendos actos sin quorum ni asistencia del MAS.
A este hecho Mesa llamó “sucesión impecable”.

Fuente: La Razón

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