El Legislativo muestra un escenario inédito. El MAS ya no tiene el poder de elegir a los presidentes en el Senado y en la Cámara de Diputados. A pesar de este escenario, CC y Creemos están fragmentados.
¿Quién se sentará en la silla presidencial del Senado y Diputados para la cuarta gestión legislativa? Esa respuesta ya no la puede dar el Movimiento Al Socialismo (MAS). Ahora, la oposición tiene el ‘voto de oro’, pero hay tensiones tanto en las alianzas de Creemos como en Comunidad Ciudadana (CC).
Desde esas bancadas afirman, por separado, que el principal requisito para apoyar al futuro presidente o presidenta de las cámaras es que ambos se comprometan a respetar sus decisiones orgánicas, que no acudan a los tránsfugas para formar directivas y comisiones, que respeten el reglamento legislativo y que se recupere la institucionalidad democrática de este órgano estatal. Eso sí, también rechazan que el MAS vuelva a buscar una salida con fallos judiciales.
Evo lo admite
Ayuer fue el propio expresidente y líder de la facción radical del MAS, Evo Morales, quien admitió que — como nunca— el Legislativo ahora está en manos de la oposición.
“En 14 años, nunca en la Asamblea (el MAS) ha estado dividido. Lamentablemente, ahora, la elección de presidentes (Senado y Diputados) depende de la derecha, antes nunca hicimos eso, inclusive teniendo minoría”, afirmó Morales en su programa dominical que emite la radio Kawsachun Coca.
Y es que por 14 años, el debate era mínimo en la bancada del MAS para renovar las directivas en la Asamblea Legislativa. Siempre la última palabra era la de Evo Morales con quien se reunían en Palacio Quemado para definir el tema. Ya en la sesión legislativa, lo único que hacían era leer los nombres de la nueva directiva y posesionarlos sin mayor trámite. En tanto, la oposición miraba de palco y se conformaba con lo que le correspondía, de acuerdo con reglamento de ese Órgano estatal.
No obstante, desde la fractura, cada vez más visible del partido azul y la formación de dos bancadas, dominar el Parlamento es una tarea que requiere de doble esfuerzo. Aunque, les sigue correspondiendo la presidencia de ambas cámaras, Evo orales ni el presidente Luis Arce tienen el poder de definir el destino del Legislativo.
La semana pasada se conoció, desde la Asamblea Legislativa, que los ‘arcistas’ postulan al diputado potosino Israel Huaytari para la Presidencia de esa cámara. Por su lado, los ‘evistas’ quieren que el paceño Freddy Mamani vuelva a dirigir la Cámara de Diputados.
En el Senado, los ‘evistas’ cerraron filas en torno a la continuidad del chapareño Andrónico Rodríguez, pero recibieron un revés de los renovadores, cuando éstos lo desconocieron y anunciaron que postularán a una mujer al cargo.
La oposición
El jefe de bancada de CC, Enrique Urquidi, dijo a EL DEBER que están abiertos al debate y al diálogo con todos siempre y cuando se respeten sus listas orgánicas y a sus representantes en la directiva y comisiones. Además de ello, busca que el Legislativo deje de ser “un apéndice del Órgano Ejecutivo y del Tribunal Constitucional”, que en esta gestión que acaba le cercenó la atribución de interpelar a los ministros y de llevar adelante la selección de candidatos a magistrados del Órgano Judicial.
“Nuestra línea es que tenemos que comenzar una nueva legislatura a partir del 8 de noviembre, pero con un criterio institucionalista y, por eso, nosotros estamos abiertos a cualquier posibilidad de diálogo y consenso en la medida que haya la voluntad de reinstitucionalizar la Asamblea”, afirmó.
Para el diputado Alberto Astorga (CC), la gestión de Jerges Mercado como presidente de Diputados fue la “más nefasta de la historia” por vulnerar el reglamento interno. Hubo muchas semanas sin sesionar, se permitió el transfugio y no hay una comisión de ética, entre muchas otras observaciones.
“Vamos a exigir que se respeten nuestros espacios”, dijo Astorga.
A CC, por ser la segunda fuerza en Diputados, le corresponde la segunda vicepresidencia y la tercera secretaría en la directiva camaral. En tanto, le corresponden las jefaturas de las comisiones de Autonomías y Pueblos Indígenas.
De su lado, el diputado de Creemos Walthy Egüez recordó que la semana pasada acordaron con CC que apoyarán al candidato, ya sea ‘arcista’ o ‘evista’, que “respete las listas orgánicas” que remiten ambas fuerzas políticas. “Pedimos que le den a la oposición lo que le corresponde porque en las anteriores gestiones el MAS ha puesto a representantes y normalmente fueron parlamentarios funcionales, tránsfugas con un pacto con el MAS, dijo Egüez a EL DEBER.
Disidentes y tránsfugas
Y es que la división no solo se da en las filas del MAS en el Legislativo. Aunque menos visible y sin tanto ruido, CC y Creemos también atraviesan por pugnas internas, pero por espacios mínimos de poder.
Por ejemplo, en Creemos que es la tercera fuerza política en el Parlamento, prácticamente desde el comienzo del periodo legislativo (noviembre de 2020) se dividió en distintas corrientes. Las más notorias es de los “camachistas” o la línea orgánica que son unos 16 diputados entre titulares y suplentes. Los disidentes son 14. Están vinculados a la UCS y se alinearon a varias de las propuestas que envió el Gobierno para su validación.
Se conoce que ambos grupos ya eligieron hasta sus jefes de bancadas, pero sin consenso interno.
En CC, el diputado Astorga defiende que ellos no están divididos, que sólo separaron a legisladores que no respetaron la sigla y que no se puede comparar con lo que pasa en el MAS. “Son solo ocho tránsfugas desconocidos que no han hecho gestión. Son personas que se han vendido a Luis Arce y que han cruzado ríos de sangre y son gente que no es representativa ni relevancia política”, dijo Astorga.
Urquidi afirmó que son 32 diputados titulares, menos los que disidentes y los que fueron expulsados semanas atrás acusados de haberse pasado al ala ‘arcista’.
Análisis
Para el politólogo Carlos Cordero, este escenario en la Asamblea Legislativa “es absolutamente nuevo” desde 2009 cuando se aprobó la Constitución Política del Estado y muestra tres grandes aspectos:
Muestra la frustración de Evo Morales y lo coloca fuera del escenario político porque ya no tiene el poder de definir la suerte en el Legislativo; fortalece la democracia porque obliga a las tres fuerzas políticas a dialogar, negociar y ceder hasta lograr acuerdos y muestra qué tipo de escenario se va a tener en Bolivia para las elecciones nacionales de 2025.
“Por supuesto que esto es una frustración para Evo Morales que quiere tener en la presidencia del Senado a Andrónico y el Gobierno, conociendo la lealtad de Andrónico, no quiere que continúe”, dijo Cordero a EL DEBER.
Pero en todo caso, quien tiene más opciones de lograr sus objetivos es el presidente Arce. “Él no va a permitir por su propia gobernabilidad que la tercera o la cuarta persona en la línea de sucesión sean personas de su confianza. El presidente de Diputados y el de Senadores tienen que ser personas absolutamente confiables y leales al gobierno”, remarcó.
En relación a lo que vaya a pasar en 2025 Cordero ve a Morales en desventaja. “Al quejarse de que nunca ha necesitados los votos de la oposición reconoce que ha quedado fuera de la negociación”.
Fuente: El Deber