El Tribunal Supremo Electoral (TSE) lleva a cabo la entrega de las cartas credenciales a los asambleístas electos en los comicios generales 2020.
“Cada uno de ustedes ganó el curul en una competencia libre contra sus adversarios y consiguió la adhesión ciudadana necesaria para sus propuestas y planteamientos. Sin embargo, el motivo de mayo satisfacción es que ustedes tienen la certeza de que la credencial que hoy reciben es la expresión transparente y libre de la voluntad popular expresada en las urnas el domingo 18 de octubre de 2020 en una jornada electoral pacífica y con un de las participaciones más altas de la historia”, manifestó el presidente del TSE, Salvador Romero.
La autoridad electoral manifestó que los asambleístas son auténticos representantes políticos de sus circunscripciones o departamentos en la vertiente representativa de la democracia que les encarga deliberar y legislar.
En ese sentido, las bancadas tienen a reflejar de manera cercana a la fuerza de sus organizaciones políticas, por lo tanto a la preferencia de los ciudadanos y al mismo tiempo son representativos de la sociedad.
La Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) tiene un 55,5% de la Cámara de Senadores está conformada por legisladoras titulares, y la Cámara de Diputados tiene al 46,9% de integrantes mujeres.
En total, 51,9% de los asambleístas son mujeres, ese logro es posible gracias a la convergencia de las normas y el celo del TSE durante la campaña para que los partidos cumplan con la paridad de género en la presentación de sus listas, apuntó la autoridad electoral.
Asimismo, la nueva Asamblea incluye representantes menores de 35 años y a dirigentes de los pueblos indígenas del país reflejando a diversidad cultural del país y no se limita a sus circunscripciones.
“Hemos partido de un punto traumático, la anulación de una elección general, un hecho excepcional al punto que se cuentan solo dos ejemplos en América Latina en el siglo XXI. Hemos recorrido un proceso difícil en el que han estado latentes hondos antagonismos enraizados en una polarización de larga data”, agregó Romero y acotó que el TSE estuvo convencido en permanencia con una voluntad que nunca flaqueó, que el voto debía ser el abrazo de reencuentro de los bolivianos por encima de diferencia y de disputas.
Página Siete