Según investigaciones publicadas por autoridades sanitarias, la vía aérea no sería la única vía de transmisión del coronavirus, el contacto con las superficies y las heces podrían ser otro vehículo de contagio.
El coronavirus es una enfermedad respiratoria, es decir, que la misma se propaga por medio de gotitas en el aire que se expulsan cuando un paciente infectado tose o estornuda, las cuales pueden ser inhaladas por otra persona.
Sin embargo, según estudios, llevado a cabo por epidemiólogos del gobierno chino y difundido por la prensa local, aseguran que el virus tiene una mayor supervivencia de la que se estimaba, y que puede “durar días” sobre las superficies donde caigan gotas respiratorias infectadas, lo que aumenta el riesgo de contagio aún después de que un paciente confirmado sea aislado.
“La duración exacta de la vida de un virus sobre una superficie puede variar dependiendo de algunos factores como la temperatura, la humedad, y el tipo de superficie, pero el rango de tiempo aproximado es de varias horas o hasta varios días”, señala La Organización Mundial de la Salud (OMS) a través de su web.
Por ejemplo, en una temperatura de 37 grados Centígrados aproximadamente, el virus puede sobrevivir de dos a tres días en materiales como vidrio, tela, metal, plástico o papel.
Además, según datos publicados esta semana en el Journal of Hospital Infection, se ha descubierto la existencia de otro tipo de coronavirus como es el caso del coronavirus SARS, el cual tiene una mayor duración de vida en algunos objetos.
En este caso, el SARS, sobrevive 2 días en el acero, 4 días en la madera y el vidrio, y 5 días en el metal, el plástico y la cerámica, a una temperatura de 20 grados centígrados.
Las heces también serían un nuevo tipo de transmisión
Si bien las rutas de transmisión del coronavirus es una de las cuestiones que aún se están estudiando, La revista ‘Journal of the American Medical Association’ publicaba esta semana la experiencia de unos microbiólogos del Centro Nacional de Enfermedades Infecciosas de Singapur, en donde indican que la expansión ambiental del virus es amplia y que parece realizarse no solo a través de las gotitas respiratorias sino también por las heces.
Es por esto que los autores afirman que “el entorno es un medio potencial de transmisión” y a su vez sugieren no solo el lavado de manos como método de prevención, si no también, una estricta higiene ambiental en la que los objetos y superficies se encuentren desinfectadas, poniendo foco en las nombradas anteriormente.