‘Perro del infierno’: por qué se llama así la nueva subvariante del Covid-19 que llegó a Bolivia y cuáles son sus síntomas

El origen del apodo surgió en las redes sociales y hace referencia a la mascota de un dios griego que custodiaba las “puertas del infierno”. La aceleración del ritmo cardíaco es el síntoma novedoso.

La subvariante de ómicron denominada ‘perro del infierno’ ya se detectó en el país. Así lo confirmó este lunes el ministro de Salud, Jeyson Auza, en conferencia de prensa, a tiempo de advertir que es mucho más contagiosa y que puede causar aceleración del ritmo cardiaco, como novedad entre los síntomas. 

“Después de realizados los estudios de secuenciación genómica hemos detectado las variantes BQ.1, subvariante ómicron, BQ.1.1, cerbero o perro del infierno”, dijo el titular de ese despacho, señalando que ese nuevo tipo del virus también está presente en Chile, Argentina y Brasil, donde hubo incrementos de casos.

Pero, ¿por qué se llama ‘perro del infierno’?

El origen de este apodo surgió en redes sociales, cuando algunos internautas decidieron nombrarla “perro del infierno” o “cerbero”, haciendo referencia a ‘cancerbero’, la mascota de Hades, Dios de la mitología griega, y se trata de una criatura de tres cabezas que custodia las puertas del inframundo.

Esto es utilizado como una metáfora para representar la rápida transmisión de la infección, debido a que nadie puede “escapar de ella”, y su resistencia al ataque del sistema inmune, porque “no lo deja entrar” a combatir.

Sin embargo, este es un título no acogido por las organizaciones internacionales de salud, las cuales solo manejan los nombres de subvariantes BQ.1 y BQ1.1.

¿Cuáles son los síntomas de la variante ‘perro del infierno’?

De acuerdo con Auza, los síntomas no varían diametralmente de los ya conocidos. Estos son: tos, dolor de garganta, fatiga, fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, pérdida del olfato y la sensación de falta de aire. Sin embargo, destacó que lo novedoso es la aceleración del ritmo cardiaco.

Otra cosa llamativa en relación a estas dos subvariantes es su alto nivel de transmisibilidad, del 10 por ciento de incremento, aunque puede llegar al 30 por ciento, por ende, son más contagiosas que sus predecesoras, explicó Auza.

Fuente: El Deber

Comentarios