El gigante tecnológico Apple ha informado de que no podrá cumplir con su pronóstico de ingresos para el segundo trimestre debido a las consecuencias colaterales del brote de coronavirus en China.
La compañía apunta a dos factores: el suministro limitado de sus iPhone y, a la vez, una menor demanda en ese país. Fuera de China, la compañía ha asegurado que la demanda de todos sus productos se ha mantenido fuerte hasta ahora, en la línea con sus expectativas.
La compañía ha indicado que aunque las fábricas con las que trabaja en China han reabierto, la vuelta a la normalidad está siendo “más lenta” de lo que esperaban por lo que la dificultad para abastecerse de iPhones, fabricados en China, “afectará temporalmente a los ingresos en todo el mundo”. Desde que se confirmó en enero la existencia de este virus que se transmite entre humanos han muerto más de 1.870 personas en China y se han infectado más de 70.600.
El gigante tecnológico ha explicado que sus fábricas están fuera de la provincia de Hubei, epicentro del virus, pero estas también han tenido que adoptar las medidas de seguridad y cerrar temporalmente. Además, las tiendas donde se comercializa su teléfono inteligente también han tenido que bajar la persiana de forma preventiva. “La demanda de nuestros productos en China se ha visto afectada”, ha reconocido la firma en un comunicado.
“Todas nuestras tiendas en China y muchas de nuestras tiendas asociadas han cerrado”. Además, las que han permanecido abiertas lo han hecho en horarios reducidos y el flujo de clientes ha sido escaso. En estas circunstancias, la compañía ha admitido que le van a ser imposible cumplir las previsiones que habían hecho para el trimestre que finaliza en marzo.
“La situación es voluble, así que daremos más información durante nuestra próxima presentación de resultados en abril”, ha agregado la tecnológica sin especificar cifras.