Samsung Galaxy S20 Ultra: una pantalla gigantesca para capturar fotos y vídeos realistas

Samsung Galaxy s20

Samsung Galaxy s20

Hace más de 10 años, la característica estrella de un smartphone era su tamaño compacto. Los fabricantes presentaban terminales cada vez más pequeños. Los tiempos están cambiando, que diría Bob Dylan. Lejos han quedado las pantallas de menos de cuatro pulgadas y en los últimos años los móviles no han parado de crecer. Samsung ha lanzado uno de los más grandes del mercado: el Galaxy S20 Ultra. Además de una gran pantalla de 6,9 pulgadas, el terminal se caracteriza por una megacámara con cuatro lentes, récord de megapíxeles, un potente zoom y grabación de vídeo en 8K.

EL PAÍS ha probado durante unos días el buque insignia de marca surcoreana. Tiene 166,9 milímetros de alto, 76 de ancho y 8,8 de grosor y pesa 221 gramos. Estas grandes proporciones hacen difícil manejarlo con una sola mano. Incluso cuando se activa la función pensada para ello. “Reduce el tamaño de la pantalla temporalmente para manejar el teléfono más fácilmente con una sola mano”, se explica en los ajustes del terminal. Al hacerlo, la pantalla disminuye notablemente, lo que facilita realizar ciertas acciones. Pero hay algunas como usar el teclado que siguen resultando complicadas si no se sujeta el terminal con ambas extremidades.

El terminal cuenta con un diseño similar al de su antecesor, el S10. Luce mucho por la parte frontal. Su pantalla dinámica AMOLED tiene un ratio 20:9 y el agujero de la cámara de selfies pasa del lateral al centro como ya ocurrió con el Galaxy Note 10. Frente al atractivo frontal del móvil, en general puede resultar un poco grueso, pesado y resbaladizo. Además, en la parte trasera cuenta con un módulo de cámaras que sobresale bastante. Es especialmente notable cuando se apoya sin funda en una mesa o en cualquier otra superficie horizontal.

Samsung ha apostado todo a perfeccionar la cámara de la gama Galaxy S2O. Especialmente del S20 Ultra, que pretende plantar cara al iPhone 11 en el campo de la fotografía. La cámara frontal tiene 40 megapíxeles y consigue resultados con colores realistas. El smartphone tiene un módulo de tres cámaras traseras. Está compuesto por un sensor principal 108 megapíxeles —aún al alcance de pocos móviles—, un teleobjetivo de 48 y un gran angular de 12. Además, cuenta con un sensor TOF que mide la profundidad de cada elemento de la imagen para un mejor enfoque.

En general, las fotos se ven nítidas, con niveles de exposición y contraste adecuados y colores naturales. Aún así, al acercarlas con la lupa se echa en falta un poco más de detalle. Entre las principales novedades, el smartphone incluye un modo captura única que aprovecha la inteligencia artificial para ofrecer diferentes versiones del mismo momento usando cada una de sus cámaras. Aunque los resultados no son especialmente destacables, no está de más que el usuario pueda elegir entre diferentes imágenes y vídeos tomados a la vez.

El terminal tiene un disparo lento, especialmente por la noche, y está pensado para captar fotos con poquísima luz gracias a una tecnología de agrupación de píxeles. Aunque en condiciones con poca iluminación se nota una ligera bajada de calidad en cuanto a la nitidez, con el modo nocturno los resultados son bastante buenos y las fotografías y los vídeos se ven claros y reales.

Zoom del Samsung Galaxy s20
Zoom del Samsung Galaxy s20

Es posible usar el zoom de forma gradual. El telefoto se activa a partir de los cuatro aumentos. Al llegar a los 20, aparece en la pantalla una pequeña imagen que muestra dónde se está enfocando. En el módulo de cámaras de la parte trasera del móvil aparece escrito “space zoom 100X”. Samsung presume de que su terminal tiene un zoom digital de hasta 100 aumentos. No obstante, es poco utilizable si no se dispone de un trípode, ya que la fotografía sale borrosa y pierde mucha nitidez. En cuanto al vídeo, destaca que el terminal permite grabar en 8K y que la estabilización da muy buenos resultados .

Un 50% de batería en 30 minutos

La batería del S20 Ultra es de 5.000 mAh. Con un uso normal, se extiende sin problema durante más de un día entero. Con un uso muy intensivo o cuando se activa la tasa de refresco de 120 Hz, le cuesta alcanzar la jornada completa (la tasa de refresco es la cantidad de veces que la pantalla actualiza la imagen que muestra por segundo). Aún así, cuenta con una carga rápida capaz de dotar al terminal del 50% de la batería en 30 minutos o llenarla en apenas una hora.

La pantalla del terminal se enciende al dar dos toques en la misma o levantar el móvil de la mesa. Es posible desbloquearlo tanto por el sensor de huellas dactilar en la pantalla como con reconocimiento facial. Ambas opciones funcionan correctamente y de forma rápida. Cuanto mayor sea, las animaciones se perciben de forma más realistas y los desplazamientos entre diferentes pantallas o aplicaciones son más fluidos. La tasa de refresco de 120 Hz mejora ligeramente la experiencia de uso frente a cuando se activa la de 60 Hz.

El rendimiento del S20 Ultra, que es compatible con las redes 5G, es muy fluido en todos los supuestos. Como se espera de un gama alta de este tipo, ejecuta las apps rápidamente y sin ningún tipo de retardo. El smartphone estrena procesador —el Samsung Exynos 990— y viene acompañado de 12 o 16GB de RAM y de 128 o 512 GB de almacenamiento. El probado por este periódico tiene 12 GB de RAM Y 128 GB de almacenamiento.

El audio es el propio de un gama alta. Cuenta con un doble altavoz. El principal está en la base junto a el USB tipo-C, que está alineado en el centro y se utiliza tanto para cargar el terminal como para conectar los auriculares. Es decir, carece de minijack de audio.

El S20 Ultra, al igual que el S20 y el S20+, saldrá a la venta el 13 de marzo. No obstante, ya es posible su precompra en la web de Samsung hasta el 8 de marzo con el regalo de los auriculares Galaxy Buds+. El Galaxy S20 Ultra de 12GB de RAM 128GB de almacenamiento cuesta 1.359 euros. El de 16GB de RAM y 512GB de almacenamiento vale 1.559 euros.

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